Cerro Ciénaga. Fotografía: Alejandra Ferreyra.

martes, 3 de octubre de 2023

La masacre transerrana que marcó la historia del siglo XIX en Argentina. PARTE 2. Trabajo de Carlos Borgossian

Parte 2 
TRASLASIERRA INSURRECCIONADA

Por Carlos Bogossian

 

El panorama que recibe Paz ni bien se apodera del gobierno de Córdoba, es que buena parte de la población cordobesa, fundamentalmente la campaña le era contraria, con un fuerte rechazo a su persona y a sus planes enmarcados en el unitarismo, en ese ambiente hostil se destacaba nuestro oeste, que además tenía el plus estratégico de limitar con los reductos federales de La Rioja y San Luis. De esta situación el general deja sus impresiones en sus “Memorias”:

“Los semblantes de todos los pocos habitantes que encontrábamos – dice – nos manifestaban bien a las claras que no acogían bien nuestra llegada, y su taciturnidad parecía presagio de una sublevación en masa…Había pasado casi un día que estábamos cerca de la capital y que el camino estaba libre, y un solo hombre, una sola carta, una noticia de cualquier clase, no se había aproximado a nosotros.” (General Paz. Memorias póstumas – A. García Mellid, Proceso al Liberalismo Argentino, p.224)

El por entonces dueño de la suma del poder en la provincia de Córdoba, durante meses dedicó un denodado esfuerzo por apaciguar a los rebeldes curatos transerranos, envió un sin número de partidas, cada vez más importantes, pero siempre con el mismo resultado; volvían derrotadas y con la noticia, de que la zona seguía rebelada aun peor que antes de los envíos.

Sobre esta situación le indicaba en una misiva el Coronel Hilarion Plaza Comandante General de la Frontera del Oeste al General José María Paz:

“La sierra se halla enteramente sublevada, raro es el hombre que se encuentre en su casa, porque todos están con los vándalos. En mi juicio es preciso, para contener este mal, el que V.E destine fuertes divisiones, que obran todas en combinación, porque siendo la única la que está a mis órdenes, que puede perseguirlos, ellos se retiran cuando les conviene y dejan burladas mis esperanzas”

Ante este panorama Paz decide actuar y terminar con el temor y el nerviosismo que le entregaba día a día la retaguardia sublevada de la provincia bajo sus órdenes.

Se lanza la Campaña de la Sierra.

La pequeña Vendée (Departamento del oeste de Francia que se sublevó contra la republica 1893-1896) como le llamaba Paz le quitaba el sueño, no solo por las fuerzas o montoneras federales transerranas, sino fundamentalmente por lo que ellas podían significar en la correlación de fuerzas, ante la inminente invasión de Facundo Quiroga. Dice Paz en sus memorias:

“Los valles situados el oeste de dicha serranía eran el teatro de la insurrección y el desorden. Preferí pues mover una masa considerable de fuerzas distribuidas en varias divisiones y pasando la sierra por otros tantos caminos, caer simultáneamente sobre los valles, abarcando una gran extensión de territorio."

El 31 de diciembre en medio de una fuerte tempestad y con una densa niebla las fuerzas unitarias cruzan las sierras grandes hacia nuestro valle, cuya población ni imaginaba la llegada de una operación militar de semejante envergadura.

Relato de Paz en sus memorias: “El Coronel Echeverria, casi despuntando el extremo sur de la sierra tocó la provincia de San Luis, y girando a su derecha franqueó las reuniones enemigas que bordeaban su pendiente occidental, el Coronel Lamadrid con otra División atravesó la sierra enfrente de San Javier, otra división a mis órdenes hizo lo mismo en dirección a Nono, una cuarta aunque más pequeña atravesó la sierra más a mi derecha y finalmente el Coronel Plaza con la última, hizo otro tanto para caer sobre Pocho, desde donde con un movimiento contrario al del Coronel Echeverria, se aproximó lo conveniente a las divisiones del centro”

Según Barrionuevo Imposti en su Historia del Valle de Traslasierra así se desarrolló militarmente desde lo lógico la invasión unitaria a territorio federal transerrano

La columna central de la invasión al mando de Paz probablemente habría seguido el siguiente camino: por la Cuesta de Argel, hasta la Estancia de San Miguel y luego por la Cuesta de Loma Pelada, hasta lo que es hoy el Paso de Las Tropas en la localidad de Nono y Las Calles. En tanto que el Mayor Luna lo habría hecho por el Camino Viejo de la Pampa de Achala, desde Las Ensenadas hasta San Lorenzo. El Coronel Plaza por su parte quizás ha seguido la ruta que pasa por la Pampa de San Luis y Quebrada de Guasta y que luego sigue por la Cieneguita y Quebrada de Mussi hasta la Pampa de Pocho.

Las fuerzas de Paz toman el oeste

Inmediatamente entraron a la región las distintas divisiones comenzaron, lo que a la postre sería el único enfrentamiento. Así lo relata Paz

...“hubo muchos encuentros, más en todos fueron arrollados con pérdidas los enemigos y perseguidos sin descanso”...

“Encuentros” dice Paz con lo que deja bien en claro que sus fuerzas nunca tuvieron un enfrentamiento medianamente importante con las montoneras federales, que como podemos imaginar ante el impecable movimiento militar en forma de pinza que barría con destreza de Norte a Sur todo el valle poco podían llegar a hacer o responder, más que buscar el abrigo del monte y soñar con no ser encontrados.

En todo lo que duró la Campaña de la Sierra, no hubo en ningún momento una mínima simetría entre las fuerzas. La supremacía unitaria era abrumadora en hombres, armas y sobre todo en experiencia. Unos, los de este lado de las sierras, jóvenes y viejos rebelados, organizados como podían en pequeñas partidas, casi sin armas, aunque si con el conocimiento profundo del terreno, sin un mínimo orden militar o mando centralizado. Mientras que del otro lado se encontraba una fuerza de línea, con buena parte de sus hombres y su Comandante veteranos de las batallas de la independencia, de la Guerra del Brasil y de la Guerra Civil, con disciplina militar, mejor pertrechados y al mando de quizás sin ánimo de equivocarnos el estratega más importante que dio sobre un campo el ejército argentino, como lo admitieron los mismos federales tras cada derrota.

Hasta aquí lo que podía ser una mera campaña más de las guerras civiles, donde uno de los bandos en disputa invade un territorio o provincia enemiga y luego de enfrentamientos más o menos cruentos, el ganador pasa a ocupar el poder.

Pero lo que intentamos demostrar en nuestro trabajo es que lejos se estuvo de eso y que desde nuestro punto de vista la campaña de la sierra es el inicio del terror sistemático en la historia argentina.

El General José María Paz durante la invasión a nuestro valle instauró y pergeñó un Plan Sistemático de represión y terror sobre las fuerzas y todo aquello que fuese o pareciese federal en Traslasierra. Hubo órdenes estrictas de pasar a degüello a todo federal u hombre o mujer que pareciese federal. En el camino había mano libre para realizar cualquier tipo de atropello sobre la población en armas (la menos numerosa) y la civil

Para financiarse recurrió al mismo método que condenaba en sus enemigos federales, reuniendo contribuciones o confiscaciones forzosas entre los vecinos del valle, a quienes se negaban a pagar lo esperaban la muerte y tormentos propios o los de sus familiares.

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