Cerro Ciénaga. Fotografía: Alejandra Ferreyra.

martes, 12 de diciembre de 2023

Departamento Minas en 1897. Segunda parte.

                      Retomo algunos fragmentos de TIERRA ADENTRO. Sierras de Córdoba de ASHAVERUS,  imaginando el contexto de 1897. En el diálogo del autor con el entrevistado se van desgranando características de entonces. ¿Cómo describe la Agricultura?

—Donde hay mayor plantación de árboles (higueras principalmente, y álamos, durazneros, perales, manzanos, membrillos, damasco, tuna, etc.), es en la pedanía de la Argentina; pero la producción total es muy pobre.

En el valle de Guasapampa, en la Argentina y en Ciénaga del Coro, la masa de la población vive de la cosecha de trigo, maíz, cebada, zapallos y otras frutas de chacra, fuera de la algarroba, el misto!, el piquillín y la tunilla; pero las siembras de cereales son de reducidas proporciones, porque no permite mayores cultivos la falta de grandes extensiones planas con suficiente tierra vegetal.

Ciénaga del Coro

La Argentina. 

Sierras de Guasapampa.

         —Y porque eso basta y quizá sobra para el consumo local, que es el único con que pueden contar los agricultores, dado los medios de transporte y comunicación, amén de la pereza y la rutina y la facilidad de vivir vida serrana con los elementos que la tierra ofrece sin ser ávidamente explotada.

Si parodiando el problema de Fígaro preguntamos si no se produce porque no se consume, ó no se consume porque no se produce, la solución es mucho más fácil.

Zapallar.

—Pero hay relativamente poco terreno cultivable.

—Se me figura que podría decirse con más fundamento que hay relativamente demasiado terreno. No encontrará V. propietario alguno que no cultive por falta de terreno. Cada uno trabaja lo que necesita, cuando trabaja, y necesita siempre poco, si algo necesita. Tiene V., por ejemplo, viñas que disponiendo de espacio y agua para duplicarse ó triplicarse permanecen con una extensión aparentemente igual durante muchos años. Y eso sin contar con que nadie se preocupa de la mayor intensidad que podría dar al cultivo en donde hay poco terreno, del mayor producto pecuniario que podría obtenerse y de ensayos prácticos encaminados al mismo propósito."

Páginas 80 y 81




 


jueves, 7 de diciembre de 2023

Departamento Minas en 1897. Primera parte.


              A partir de las crónicas de ASHAVERUS en su obra TIERRA ADENTRO, SIERRAS DE CÓRDOBA excursiones por los Departamentos Anejos norte, Punilla, Cruz del Eje y Minas  los invita a viajar en el tiempo.

              Pero antes me permito comentarles ¿quién fue Ashaverus? En primer lugar este fue el seudónimo que utilizó el escritor cordobés Amado J. Ceballos incursionando en el periodismo a finales del siglo XIX.

Durante la década de 1890, el diario La Nación encargó a un grupo de colaboradores la tarea de realizar notas periodísticas a partir de viajes por el interior. Entre ellos el cordobés Ceballos cuyas notas también fueron publicadas en diarios de Córdoba ya que las mismas describían la geografía del interior provincial a través del género “relatos de viajes”. Con el tiempo la Imprenta Cooperativa de Buenos Aires realizó una recopilación de sus notas en formato libro, desde el cual hoy comparto algunos fragmentos.

             En la página 79 nos encontramos con la descripción del aspecto físico acompañada del texto por un mapa satelital para ir ubicándose:




 “…Casi todo es sierra: una gran meseta que por el oeste termina en una barrera, una línea de precipicios caídos á pico sobre el Bajo de Pinas que va á unirse á los Llanos, constituyendo parte de la extensa formación plana entre las sierras. de Córdoba, San Juan y La Rioja.
       Por el norte y por el sur la meseta sale de los límites del departamento y forma soberbio pedestal á la enorme mole de la Sierra Grande, en los puntos en que lleva los nombres de la Candelaria y Achala; es una altiplanicie cuyas rugosidades, constituidas principalmente por dos cadenas secundarias ó de tercer orden que corren de sur á norte—la de Tosno v la de Pinas, que encierran un valle de una legua de ancho más ó menos y cinco de largo, en cuyo centro se encuentra la pedanía de Guasapampa—sin contar otros cordones subalternos, son insignificantes con relación á la altura media sobre el Bajo, lisas pequeñas sierras que por un fenómeno muy curioso de montaña V. verá más altas, más azuladas y más gallardas, a medida que ascienda á las cimas de la Candelaria ó de Achala, están eslabonadas entre sí y con el gran cordón de que son contrafuertes, por lomas que corren en la misma dirección sur-norte, especialmente cerca del macizo.

Todas esas sierras, colinas y lomas están cubiertas de bosques más ó menos tupidos y elevados y casi siempre de pastos fuertes. ¡El agua es suficientemente abundante, para las necesidades de la escasa ganadería que hoy existe…!