EXCELENTE ARTÍCULO SOBRE EL PACTO DE LOS CHAÑARES EN:
https://cordobaoriginaria.wordpress.com/2015/04/28/rebeldes-pochanos-por-la-emancipacion/
Proyecto Cultural Independiente. Particularidades de un pueblo cordobés cargado de historia sobre un espacio lleno de bellezas paisajísticas. Desde 2007 rescatando historias olvidadas y desconocidas.
Cerro Ciénaga. Fotografía: Alejandra Ferreyra.
martes, 28 de abril de 2015
lunes, 27 de abril de 2015
POCHO Y SU HISTORIA: El Pacto de los Chañares: 28 de Abril de 1774.
Hace 241 años entre la frondosidad
de la pampa pochana, cruzando caminos de herradura, -hilos comunicantes entre
parajes y ranchos diseminados entre la bravura serrana-, cabalgaban desde
diferentes puntos, los valientes moradores del Curato de Traslasierra con la
esperanza prendida en sus pechos. El lugar de reunión, Villa de Pocho.
Veinticinco días atrás, la
situación se había tornado irreversible. Los hechos se fueron encadenando:
primero, el descontento por el reemplazo del cura Simón Tadeo Funes y la
negativa de la feligresía a aceptar a su reemplazante, luego la resistencia de
los milicianos que suponían terminaría con su traslado compulsivo como
pobladores de la frontera sur; y por último, su negativa a realizar las
guardias en dicha frontera. Todo esto hizo que a comienzos de 1774 los
moradores se reunieran en juntas, y
se conformaran en lo que se llamó la voz
del común. De este modo, con objetivos claros presionaron en forma
organizada y con las armas en la mano para obtener sus reivindicaciones.
CONTEXTO HISTÓRICO
Las características particulares de
esta región y de la gente, impulsaron el desarrollo de estos acontecimientos. Traslasierra
se encontraba relativamente asilada de la cabecera de la jurisdicción por el
cordón montañoso de las Altas Cumbres, pero con una intensa vida económica como
lugar de invernada de mulas, con lazos económicos con el norte y con el oeste
de las sierras. Además, era una zona de densa población indígena antes de la
conquista y que desde muy temprano mostraron gran resistencia frente a los
abusos de los encomenderos.
Paralelamente a estas características, debemos considerar los enfrentamientos
que en ese entonces existían con las autoridades religiosas, militares y
políticas -diferentes miembros del Cabildo, alcaldes, alcaldes de la Hermandad jueces
pedáneos, comandantes de armas y curas-. Estas tensiones fueron utilizadas por
los sublevados a su favor.
Debemos recordar que en 1774,
Córdoba pertenecía al Virreinato del Perú, por
lo que el poder político estaba prácticamente en manos del Cabildo y las
camarillas locales. La sociedad cordobesa estaba polarizada principalmente por
la expulsión de los jesuitas, en 1767.
La sublevación del común.
El rechazo por parte de la
feligresía al nombramiento del cura encargado de la parroquia de Pocho en 1774
se dio en ese clima de crisis en general, y fue uno de los desencadenantes de
los conflictos que se sucedieron en Traslasierra. Pero lo que tuvo mayor
relevancia en esta sublevación fue la arbitraria política de control de la
población y los traslados forzosos a la frontera sur. “Las fronteras eran defendidas por los vecinos como milicianos y con
recursos siempre insuficientes. A eso se sumaban los traslados de familias
enteras como pobladores – los fuertes también eran denominados presidios – ya que
una de las formas era mandar allí a los reos”, “a ración y sin sueldo”, muchas
veces acompañados por sus familias. [1]
Según la investigación de Ana M
Puntas , existen múltiples testimonios, detallados en expedientes judiciales
que muestran el desarrollo de los acontecimientos, que dan cuenta que la causa
del levantamiento había sido el temor de
los milicianos a que los llevaran engañados para dejarlos desterrados y
sin cabalgaduras en el fuerte de Las Tunas. A través del siguiente relato
podemos imaginar la situación que vivían, determinándose el primer hecho
contundente de sublevación:
En abril de 1774, el Maestre de Campo Isasa había convocado a la gente a
reunirse en la Laguna de Pocho para de allí ir a “correr la frontera”. Fue
entonces que un soldado de mote Piquillín, habría saltado sobre la grupa del
caballo de Isasa, lo habría tirado al suelo y quitándole las armas lo llevaron
preso junto con dos de sus capitanes, al paraje de la Punta de Agua, al parecer
con intención de trasladarlo a San Luis de la Punta.”[2]
Con el apresamiento de Isasa por
parte de “el común”, las autoridades de Córdoba designan al Maestre de Campo
General de la Plaza don Juan Tiburcio de Ordóñez, Alcalde de la Hermandad, como
Comisionado para pacificar a los revoltosos. Ordoñez partió hacia Traslasierra
con 47 soldados, un capitán, cuatro sargentos y un cabo. El 23 de abril, en el
paraje de La Ciénaga, envió una nota a los apellidados el común, para que
volvieran a la tranquilidad, y mientras estuvieran subordinados serán oídos.
Durante cuatro días, circularon
cartas y esquelas entre Ordoñez, el juez pedáneo Tordesillas y el cura
Rodriguez por un lado, y Basilio Quevedo por el otro; hasta que el 28 de abril de 1774, en Los
Chañares, el común con Basilio Quevedo a la cabeza, proceden a la entrega de una petición de ocho
puntos :
1- Destierro de Isasa y de Tordesillas, dándoles un mes
para que abandonaran la jurisdicción, junto con sus familias y bienes. Ordoñez
acordó pero extendió el plazo a Isasa
por tres meses.
2- “no ha de governar este valle ningún hombre europeo…” a lo que
Ordónez agregó “….sin perjuicio de las facultades del Cabildo…”relativizando el
alcance de lo solicitado.
3- “…no combiene que haiga maestre de campo en este valle…”
Ordoñez aceptó pero agregó “ … sin que se entienda contravenir a las
disposiciones de los gobernadores de esta provincia…”
4- Que fuera el Sargento Mayor Quevedo el que nombrara a
los capitanes y que quedara a su disposición “…quitar y poner otros al gusto de
su gente…” Ordoñez otorgó pero agregó que Quevedo debía presentarle la
lista de los designados para que “…por el gobierno de Armas si conviniese, se
le despachen los títulos…”
5- El común pedía que se les extendieran facultades a los
capitanes para que pudieran “… entender en lo civil cada uno entre su gente, y
que ningún Juez pueda entrar sin pedir auxilio a los capitanes o jefes de su
compañía…” y que “…haciéndolo se lo
darían…” Ordoñez alegó no tener facultades para otorgar esto, ya que
lo eran del Cabildo ….
6- Que el Sargento Mayor Diego Moreno no pudiera ejercer
ningún cargo, lo que fue otorgado
7- Que se les dieran las armas que tenían pagadas a Isasa,
quien había recibido su importe en plata y caballos, agregando
Ordoñez que lo haría una vez que “….se hubiera sosegado el común se retire cada
qual a su casa…”
8- El pedido general para que nos se los culpe a ninguno
ni haia cargo ninguno tiempo haber levantdo este común de voz pública lo
levanto el Maestre de Campo Don Joseph de Isasa como consta por los señores
vicarios: común”[3]
Al culminar
el encuentro, Ordoñez garantizó lo firmado como Maestre de Campo firmando el
tratado con dos testigos, y una vez visto lo que se les concedía, los del común
“…. Se dieron por satisfechos y rindiendo las armas prorrumpieron en vivas al
rey afirmando estar dispuestos y rendidos y obedientes a cuanto se les mandase…”[4]
Además aceptaron devolver las armas que habían quitado a Isasa y Tordecillas.
Apunta Ana
Inés Puntas que Ordoñez permaneció en Traslasierra, y desde finales de abril
hasta mediados de julio levantó sumarias informaciones a vecinos y a
participantes de las “juntas”, lo que evidenciaba su falta de intención de
respetar lo firmado, y que no daba por terminado el conflicto.
Fueron
muchos los protagonistas de este hecho histórico, hombres sufridos y oprimidos
que dejaron su huella indómita en la inmensidad de la pampa desde Ambul, Panaholma,
Nono, Las Tapias, y de tantos lugares diseminados por el valle de Traslasierra,
hoy sólo nos ha quedado un puñado de nombres.
Valientes
serranos hoy los homenajeamos haciéndolos surgir del olvido como ejemplo de
valentía, de honor, de entrega y en defensa por la dignidad.
Basilio Quevedo
Eugenio Heredia
Cipriano Hurtado de Lara
Bartolomé Gallardo
Manuel Gallardo
José Cuello
Francisco Rivarola,
Bernardo Urquijo
Luis Arana
Mateo Cejas,
Inocencio Villafañe
Pedro Juan Balla
Domingo Olmedo
Ignacio Núñez
Ignacio Quevedo
Policarpo Cuello
Agustín Olmedo
jueves, 23 de abril de 2015
POCHO Y SU HISTORIA: CONFIGURACIÓN TERRITORIAL EN 1660
El siglo
XXI va marcando nuestros pasos, nuevas generaciones toman protagonismo
construyendo su propia historia, pero qué es un pueblo desconocedor de su
pasado? ¿Cuántas veces caminamos por este suelo pochano admirando la belleza del
paisaje, preguntándonos qué hicieron nuestros antepasados para hoy disfrutar de
tanta maravilla? Buscar nuestra propia historia, es buscar nuestras raíces,
nuestra esencia para tener en claro qué somos, adónde vamos y qué queremos de
nuestro lugar.
Quiero
invitarlos a volar en el tiempo, de la mano de trabajos realizados por
historiadores que en su momento dejaron testimonio a través de los escasos
datos que pudieron obtener, sobre los orígenes hispanos en nuestro
departamento.
Debemos
tener en cuenta que la raza originaria poco a poco, fue desvaneciéndose ante la
llegada de los españoles, y lo que antes fuera una región de intenso
intercambio entre las diferentes etnias, esta situación se revirtió cuando se
vio atravesada por una nueva cultura que tomó posesión de las tierras que hoy
transitamos.
Nuevamente
cito a Víctor Barrionuevo Imposti[1] transcribiendo
un fragmento del Capítulo VII POCHO, MOGIGASTA, AMBUL Y MUSSI
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No son muchos los datos que tenemos de los orígenes
hispanos de Pocho. Sabemos que en 1660 (o en el siguiente), don Diego
Albarracín pidió al gobernador Gerónimo Luis de Cabrera el pueblo de Pocho; de
donde se infiere que estaba vacante.
A fines del siglo XVII este paraje perteneció –al
menos parcialmente- a don Miguel de Brizuela, según una carta suya de 1694,......
Otro nombre –desvinculado del anterior- nos ha dejado
el siglo XVII: Juan Clemente Bigorria dueños de la “Estancia y Rezzos de
Pocho”. Sus herederos cedieron esta propiedad, en pago de ciertas deudas, al
Dr. José Ignacio Toledo Pimentel y su hermano el Capitán Estanislao de Toledo
Pimentel. Este, que sobrevivió y heredó al primero, vendió a su vez la parte
principal de la estancia en diciembre de 1746 a doña Flora Brizuela, y su
sobrina Antonia González Carrizo por 400 pesos plata sellada. Días antes
habíanse desglosado y vendido las tierras de Mogigasta y Sauce,……
Continúa
Barrionuevo Imposti más adelante [2]:
Al sur de Pocho estaba el paraje de Mogigasta. En 1732
solicitó esas tierras el teniente Juan Martín Moreno, que ya las poseía desde
10 años atrás. Les fueron adjudicadas a fines de 1737 por el gobernador. “Hago
merced Real – dice el decreto – de las tierras de el paraje llamado Mogigasta
en el dho Valle de Salsacate que se contienen entre los linderos de pocho ala
parte de Norte y pachango a la parte del Sur mediante dho Mogigasta y ala parte
del Oriente dos leguas y a la del poniente hasta las caídas del monte más de
legua para que las aya y gose…” [3]
Sin embargo, los Toledo Pimentel, dueños de Pocho,
promovieron en 1755 un deslinde de su propiedad, abarcando también el paraje de
Mogigasta y Sauce; ante lo cual, considerándose despojado, Moreno protestó,
infructuosamente, al parecer.
En noviembre de 1746 el Capitán Estanislao Toledo
Pimentel venció esas tierras al Capitán Francisco Calderón, por 500 pesos “de a
8 reales”. Los papeles de venta indican hasta dónde llegaba aquella propiedad.
Para el lado de Pachango llegaba hasta los confines de
la estancia. Para la sierra “todo lo que tuviera hasta las caídas del monte, y
para la laguna otra legua y para la parte de Pocho hasta el lindero y mojón que
el dicho juez puso en la mensura que
hizo de una legua cogiendo por centro la capilla vieja de Pocho hasta
donde dio una legua y de dicho mojón cogiendo el rumbo y deresera a la sierra
que cae al lado, las cuales son las tierras de Mogigasta y Sauce”[4]
Seguramente
a esta altura, muchos de los habitantes de este departamento habrán
identificado el espacio geográfico que se describe, teniendo en cuenta que en
ese tiempo, la veta agrícola ganadera todavía no había sido explotada, quedaba
mucho tiempo para que a través del arribo de los inmigrantes comenzara la
transformación del hábitat natural. Lo que si debemos tener en cuenta que los
colonizadores que tuvieron arraigo en el Valle de Traslasierra dieron impulso a
la economía regional, acentuando la productividad de la tierra y el ritmo de
trabajo.
Por ejemplo
Diego de Funes fue un exponente de esa labor civilizadora en las tierras de
Mogigasta y Chancaní, donde según Barrionuevo Imposti[5] “tuvo a sus indios quietos y pacíficos y sacó
acequias en el dicho pueblo e plantó algarrobales e hizo huertas e tuvo telares
e hilaban y texían…..e tenían ganados”.
Fue así que
al final el siglo XVIII el valle de Traslasierra se había transformado en una de las zonas más ricas
y pobladas de la campaña cordobesa.
lunes, 20 de abril de 2015
POCHO Y SU HISTORIA: Capilla Nuestra Señora del Rosario
La Capilla Nuestra Señora del Rosario, ubicada en la
localidad de Villa de Pocho, se erige desde hace más de dos siglos entre el
paisaje típico pochano, guardando en su interior historias de muchas
generaciones que transitaron y transformaron lentamente este escenario del
oeste cordobés.
Me parece interesante abordar esta publicación desde el
trabajo realizado por el historiador Barrionuevo Imposti, teniendo en cuenta
que toda su obra se encuentra agotada y por lo tanto, con grandes dificultades
para conseguirla. Pero esto no es motivo para continuar con historias
guardadas. Con el correr de la información tomarán forma otros protagonistas
del hacer de Villa de Pocho, estimulando tal vez la memoria viva de cada
familia, recordando historias contadas por abuelos y bisabuelos bajo ese cielo
estrellado que abraza las sierras pochanas.
Comencemos entonces partiendo desde un personaje fundamental
en la historia de Pocho, Doña Flora Brizuela. [1]
“Flora Brizuela, vieja vecina que alcanzó a sobrevivir a sus tres
consecutivos maridos, en 1774 hizo testamento. En él declara que ha “edificado
una capilla” bajo la advocación de Nuestra Señora de la Concepción; (la
erección del templo habría tenido lugar, entonces, entre 1746 y 1774).”
En este punto desconozco por qué difiere el nombre de la
capilla con el que conocemos en la actualidad, tema que habrá que investigar;
pero continuando con este tema, Barrionuevo Imposti menciona a don Claudio
Ceballos, sobrino de Doña Flora, quien queda a cargo de la administración y
como patrón de la capilla. Es interesante observar cómo a través del
testamento, podemos imaginar el aspecto físico de entonces:
“Advierto –
dice el documento- que dejo de tierras pa la capilla, a la parte del Norte
hasta la punta de la primera loma de piedras, a la parte del Sud hasta la zanja
que hace del otro lado del horno de quemar ladrillos y al parte del naciente
hasta el primer ojo de agua, como qe sale de mi casa para la iglesia, y al
poniente a topar el arroyo, y el número de alhajas y ornamentos necesarios, los
que aparecerán del inventario que de ellos hizo el Dr. Dn. Joseph Igno. Tejeda
Liendo, Cura de este beneficio, y lo más qe hubiere qe agregar y lo declaro así
para qe conste” [2]
Y acercándonos aún más al contexto histórico, Barrionuevo
Imposti, continúa transcribiendo algunas de las cláusulas testamentarias que
fueron su fuente de investigación:
“Declaro
que dejo un mulatillo llamado Joseph Ermenegildo, dedicado para sacristán de
dicha capilla; y si en algún tiempo quisiera ser vendido, mndo no se le impida,
cuya venta correrá por mano del patrón de dicha capilla, y dicha plata en caso
de ser vendido dicho mulato, es mi absoluta voluntad se refunda en adorno de
dicha capilla. Dejo dos mulas chúcaras para que se vendan para el bien de la
capilla, y también una petaca, dos pailas y otras cosas con el mismo fin”. Por
otra cláusula deja “para Nuestra Señora una esclava llamada Chavela Sosa”[3]
Más adelante, el historiador nos comenta que la capilla de
Pocho es una de las pocas cuyo autor se
conoce siendo su alarife Juan Pedro Perales, aclarando que debemos tener en
cuenta que realizó una reedificación, teniendo en cuenta que “antes de que doña
Flora Brizuela adquiriera la estancia de Pocho, lugar donde hizo construir la actual capilla, ya había una “capilla
vieja” que sirvió en 1746 como punto de referencia para la medición y deslinde
de aquellas tierras”[4]
Para ahondar
sobre la historia de esta Capilla los invito a ingresar a http://www.capillasytemplos.com.ar/pocho-nsr.htm
http://heraldicaargentina.com.ar/3-Cba-VilladePocho.htm
http://fliacalderon.com.ar/
[1]
BARRIONUEVO IMPOSTI, VÍCTOR: “Contribución a la historia hispana del valle de
Traslasierra”. Pág. 31. 1949
[2]
Según Barrionuevo Imposti, su fuente fue documentación en poder de
particulares, Pocho.
[3] De
la misma fuente en poder de particulares, Pocho.
[4] BARRIONUEVO
IMPOSTI, VÍCTOR: “Contribución a la historia hispana del valle de
Traslasierra”. Pág. 34. 1949
miércoles, 15 de abril de 2015
POCHO Y SU HISTORIA: 28 de Abril recordando la gesta de "El Común" en Traslasierra
La comunidad pochana se prepara para conmemorar el 28 de abril, un hecho histórico que quedó oculto durante más de dos siglos. Documentos sumergidos en un mar de páginas en los archivos y rescatados en los trabajos de investigación realizados por Víctor Barrionuevo Imposti, toman vigencia con la escritora Isabel Lagger, quien en el 2005, publica un artículo en la Voz del Interior titulado "Una desconocida Fuenteovejuna en Traslasierra". Inmediatamente la Legislatura de la Provincia de Córdoba, se adhiere a los festejos a través de una Declaración aprobada el 27 de abril de ese año, para compartir la emoción de los organizadores del primer evento conmemorativo.
Posteriormente, jóvenes pochanos manifiestan sus inquietudes organizando un equipo de trabajo al que nombran como Grupo Solidario Compromiso Pochano uniendo esfuerzos con Bibliotecas Rurales Argentinas y la Asamblea Popular Permanente "La Voz del Común" para da impulso y difusión de esta gesta traserrana. Como resultado, en el 2014 se concreta la presentación de un Proyecto de Ley ante la Honorable Cámara de Diputados de la Nación con el objeto de declarar el 28 de abril de cada año como Fecha Patria, conmemorando el aniversario del "Pacto de los Chañares", pacto que dio fin a una de las primeras sublevaciones nacionales, acaecidas en Traslasierra en 1774; y designar como "Héroe Nacional" al Sargento Mayor Don Basilio Quevedo, cabecilla de la sublevación. Este año, 2015, profundizando el camino trazado, Isabel Lagger presenta su libro "Territorio de conquistas", novela histórica basada en estos acontecimientos. Sus óleos, interpretación genuina del escenario donde el común pudo expresarse dos siglos atrás, abren de alguna manera la página de lo que en sucesivas publicaciones iré comentando.
viernes, 21 de noviembre de 2014
PRESENTACIÓN DEL LIBRO: TERRITORIO DE CONQUISTAS de Isabel Lagger
INVITA A LA PRESENTACIÓN DE
TERRITORIO DE CONQUISTAS
de
ISABEL LAGGER
MIÉRCOLES 26 DE NOVIEMBRE, 19 horas
CENTRO CULTURAL CASA DE PEPINO (Fructuoso Rivera 287, Córdoba)
Acompaña a la autora: Marcela Machado
Música del dúo Rivera - Santos
Cuando uno lee Territorio de conquistas lo hace parado desde la actualidad y, por lo tanto, tiene de antemano algunas certezas sobre lo que vendrá. Una revolución, una protesta gauchesca que será duramente reprimida por el orden colonial.
Habla de una época y un lugar, de rebeldías olvidadas de antiguos pobladores de Traslasierra, pero también de una estructura de poder que lleva a preguntarnos cuánto de presente hay en esta obra.
Cuenta sobre el Pacto de los Chañares, el primer documento jurídico de carácter libertario surgido en “Argentina”, parte del Virreinato del Perú en 1774. Pero gracias a estos episodios, nos revela que cuando la injusticia se vuelve moneda corriente, el pueblo puede movilizarse y desenmascarar situaciones en la que hasta los inocentes terminan siendo cómplices.
Narrada con pasión y pulcritud, amena y fluida, Territorio de conquistas nos muestra, en el fondo, una historia de amor. Una madre que lucha por sobrevivir y un hijo que no puede traicionar sus ideales de libertad.
Isabel Lagger (1948) nació en Esperanza (Santa Fe) y vive en Villa Carlos Paz. Escritora y artista plástica ha desarrollado también tareas periodísticas y radiales. Autora de novelas como "La fuente de los sapos" (1998);"Una mujer llamada Pablo" (2000);"Ahora que los lobos descansan" (2001);"El casino mapuche" (2004); "Nonatos o la vida de los que no nacieron" (2006);"Una tal Pancha Hernández" (2009); "La Pasto Verde" (2013). Entre otros libros publicados se encuentran "Historia sin apellido" (1998); "Diálogos con tonada" 2001; "Los fundadores" (2013) y "El hijo del piloto muerto y otros cuentos (2013). Su producción literaria se gestó en Córdoba.
lunes, 23 de junio de 2014
Curso de Capacitación para Docentes Feria de Ciencia y Tecnología 2014
Importante convocatoria tuvo el Curso de Capacitación para Docentes interesados en participar en la VI FERIA DE CIENCIA Y TECNOLOGÍA, EDICIÓN 2014. El evento se realizó en el Centro Polivalente "Eva Perón" de la localidad de San Carlos Minas, el pasado 19 de Junio según lo había organizado el Equipo Coordinador Zonal Pocho-Minas.
La conferencia estuvo a cargo de la Prof. Alejandra Loyola, integrante del Equipo Provincial de la Secretaría de Ciencia y Tecnología, quien se explayó en todo lo referente al accionar de dicha Secretaría y profundizando sobre las actividades a desarrollar para la Feria de Ciencia y Tecnología.
Se sumaron: la Inspectora Zona 7210 Prof. Fany Carunchio y la Directora del IPET N° 170 "Padre José Gabriel Brochero" de Salsacate, aportando desde sus funciones, un elemento sustancial en lo referido a la integración y apoyo a los docentes, quienes en forma permanente están en la búsqueda de nuevas alternativas para mejorar la calidad educativa.
El Equipo Coordinador conformado por las profesoras Amalia Barrionuevo, Daniela Torres, Teresa Zapata y Gladys Acevedo, agradecen a la Intendente de la Municipalidad de San Carlos Minas Sra. Miriam Cuenca, por la colaboración y apoyo desinteresado para la concreción de este evento; y a los Supervisores, Directores y Docentes de todos los niveles que respondieron a esta convocatoria que tuvo como objetivo brindar los materiales necesarios para una participación plena en la Feria Edición 2014.
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