El poeta Ramos Amauri Cortéz oriundo de la localidad de San Lorenzo, rindió homenaje a "El Común" con este bello poema.
Desde el fondo sagrado de la
historia
me ordenó un algarrobo transerrano
que hablarra sobre el Pacto de Los
Chañares
con profundo sentimiento arcaico
que le pida perdón a los pochanos
y a su villa en un gesto solidario
y a Basilio Quevedo el Gran Quijote
olvidado por Córdoba de antaño.
El poder colonial era tan grande
como las tropelías cometidas
José de Isasa, despótico y tirano
con un juez de apellido Tordesillas
vejaban con insultos inhumanos
a súbditos tranquilos de la villa
que armados de paciencia hasta el
cansancio
soportaban desmanes y desdichas.
Rebelión general, gigantesca
epopeya
que marcó a fuego al hombre
transerrano
porque fueron doscientos los
valientes
El Común, que veneran los pochanos
armados con facones y con chuzas
boleadoras o simplemente lazos
obligando la firma del tratado
de Los Chañares el glorioso pacto.
Año de mil setecientos setenta y
cuatro
fue el veintiocho de abril, día
esperado
que el Alcalde Juan Tiburcio
Ordoñez
General de la Plaza, Superior de
Campo
firmó los ocho puntos del conflicto
por Basilio y sus hombres obligado
comuneros de corazón inmenso
libertarios abuelos del pasado.
Que se retire de Isasa y
Tordesillas
fuera de la jurisdicción que gobernaban
desterrados con un mes de plazo
para el retiro de familia y
bártulos
punto primero que debería cumplirse
a rajatablas del honroso pacto
en tiempo colonial del Virreinato
de Alto Perú, arbitrario y
monárquico.
Ningún hombre europeo en este valle
podrá ejercer gobierno ni mandato
no habrá Maestre de Campo que
ejecute
militares consignas de alto rango
el nombramiento de sus capitanes
tendrá que ver con El Común del
pago
con Basilio Quevedo a la cabeza
de Sargento Mayor condecorado.
El Juez no podrá entrar sin el
auxilio
de capitanes honestos, bien
nombrados
el Sargento Mayor Diego Moreno
no podrá ejercer cargo por lacayo
los comuneros le reclaman a de
Isasa
la entrega de armas que fueron bien
pagadas
con plata y con caballos redomones
que hoy galopan las huellas
olvidadas.
Pide El Común que no se culpe a
nadie
que se perdone a todos los alzados
el Alcalde Juan Tiburcio Ordoñez
firmó de acuerdo al consagrado
pacto
al otro lado del cordón de piedra
el Cabildo en un gesto despiadado
desconoce borrando con el codo
lo que ya había escrito con la
mano.
Dieciséis comuneros en silencio
arrastrando cadenas y engrillados
en el colegio de los padres jesuitas
lejos de su terruño bien amado
quedaron prisioneros por intrépidos
sangrando gloria, serranos
condenados
libertarios rebeldes populares
de piel morena como Tupac Amaru.
Soterrado y rotoso en un camastro
infestado, llagoso y malherido
el Basilio Quevedo no se rinde
el Basilio Quevedo es un bramido
es el cardo salvaje de la pampa
es quebracho con pájaros y trinos
es el sol que ilumina a los
pochanos
grito de libertad enardecido.
Grito de independencia, fue el
primero
rebelión popular y libertaria
América total era el silencio
de sumisión sujeta a sus monarcas
el Santo de la Espada aún no había
nacido
el suelo que hoy pisamos no era
patria
pero ya nos venía por las venas
esta ardorosa sangre emancipada.
Desde el fondo sagrado de la
historia
me ordenó un algarrobo transerrano
que hablara sobre el Pacto de Los
Chañares
con profundo sentimiento arcaico
que le pida perdón a los pochanos
y a su villa en un gesto solidario
y a Basilio Quevedo el padre
nuestro
por haberle olvidado tantos años.
Después de mucha niebla en el camino
he cumplido algarrobo tu mandato.
28/04/2018
Ramos Amauri Cortéz.
1 comentario:
Emocionante! Felicitaciones al poeta!!!
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