Según diferentes opiniones, esta localidad pochana toma su nombre a partir de la gran cantidad de palmas Caranday que desde tiempos inmemorables tapizan los cerros circundantes. Esta denominación se pierde en el tiempo.
En el índice del Censo Poblacional de 1778, se la menciona como “ Capilla de Las Palmas” .
Página 614 de las cinco siguientes. Censo 1778. AHPC |
CENSO 1778 |
CLASE |
TOTALES |
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INDIOS |
ESPAÑOLES |
EXTRANJEROS |
MESTIZOS |
NEGROS |
MULATOS |
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10 |
144 |
13 |
|
|
1 |
168 |
Parroquia
Iglesia de Pocho.
Viceparroquias
Salsacate, Sancalá, Ninalquín,
del Coro, Las Palmas, San Juan de Los Talas.
Capillas
San Francisco Xavier, Nono y Panaholma.
Se radicaron entre otros: Diego de Funes, Gaspar González, Francisco Calderón, Clemente Baigorria, Juan José Vélez, etc. Cada uno en sus estancias tomó priorizó la construcción de oratorios., los que con el paso de los años se transformarían en capillas. Un ejemplo es el que menciona en su obra Barrionuevo Imposti “en 1598 fue construido el primer templo de la Capilla de Nono “paredes del tapial de tierra del cerro”; para luego ser reedificado en 1718 y 1749. Según lo observado y analizado por Lezcano González en 1941, la Capilla de Las Palmas y el caserío que la rodeaba posiblemente eran las construcciones más antiguas del departamento, lo que nos llevaría hasta fines del siglo XVII, tiempos de su construcción posible.
Estamos hablando de 1689, los primeros pasos en la configuración del Curato de Traslasierra; y según datos se confirma que al estar muy distante la Capilla de Salsacate sumadas las dificultades para llegar a ella, Oviedo junto a los pobladores de la comarca deciden construir un oratorio. El capitán Raymundo Gutiérrez Ledesma fue uno de los que ayudó al proyecto. Así fue que la tarea comenzó. Oviedo aportó con el terreno necesario, y Gutiérrez Ledesma se tomó de la construcción. Esta obra se llevó a cabo entre 1689 y 1735, es decir 46 años de arduo trabajo entre las dificultades propias de la época. Fue Oviedo quien donó la imagen de la Santísima Virgen María junto a otras, además de alhajas necesarias para el templo. Con el tiempo Gutiérrez Ledesma se convirtió en el primer Patrono de la Capilla de Las Palmas. Le cupo este nombramiento ya que se le encomendó la protección y cuidado de la misma. El 24 de febrero de 1740 por disposición eclesiástica lo sucedió su año Don Lorenzo de Almirón, quien residía en el Valle de Traslasierra. Este capitán tuvo posesión de la capilla bajo la advocación de Nuestra Señora del Rosario hasta que en 1746 fallece, siendo sepultado en la capilla que había estado a su cargo. En 1774 (año del Levantamiento de El Común en Pocho) Don Manuel Luján solicitó el patronazgo aduciendo que la misma “debe su existencia a mi solicitud, habiendo levantado desde sus fundamentos y tenerle con la desencia que alcanza mis cortas facultades”. Don Manuel Luján se había casado con la viuda de Don Lorenzo de Almirón, Doña Bartolina Gutiérrez. Fue durante el patronazgo de Don Manuel que la capilla contó con una vez cuadros de la vida de Nuestra Señora del Rosario, se construyeron la barandilla y escalera del coro alto. Además se colocó una campana y las puertas de la sacristía. Según documentación existente los trabajos realizados se hicieron con las limosnas, destacando que don Agustín Cincunegui fue quien colocó las puertas de la sacristía. A la muerte de Don Manuel ocurrida en 1778 comenzaron los pleitos referidos al patronazgo. Las disputas fueron entre su hijo Marcos y el medio hermano mayor don Antonio Almirón.
El frente presenta un plano rehundido el que permite dejar a la vista la última cabreada. Esto da lugar a un recinto de 4,87 m de ancho por 3,04 m de largo, que da ingreso a la nave. A la izquierda muestra un plano vertical de espadaña, que arranca desde la base para terminar en dos grandes orificios donde se encuentran las campanas. La terminación fue realizada con líneas curvas y pináculos. Detrás de la espadaña una rústica escalera de piedra permite acceder a las campanas. Con respecto al techo sabemos que antiguamente fue construido con tirantería recubierta con tejas musleras. La puerta de entrada es de madera. Rústica, avejentada y de líneas rectas abre el paso hacia la nave en dos hojas con tableros. El olor propio de los edificios antiguos trae sensaciones inesperadas y más cuando el silencio abraza al visitante. Una nave rectangular de 16,42 m de largo por 4,67 m de ancho invita a recorrer con la mirada cada rincón. A un costado la sacristía con abertura al exterior a través de una puerta de madera de dos hojas. La pared que la separa de la nave tiene 1,33 m de espesor.
La historia misma está impresa en las paredes,
Los muebles y el paisaje.
Edificada entre los años 1689 y 1735.
Una de las más antiguas de la provincia de córdoba.
7 de marzo de 1689
El alférez Juan de Oviedo y Valdéz compra estas tierras y funda la Estancia de Las Palmas.
“ Para el concierto espiritual de todo el país y tener en que enterrar a nuestros hijos y familias", fue el pensamiento que llevó a los vecinos a erigir un recinto sagrado. El capitán Raymundo Gutiérrez Ledesma realizó la obra material de la capilla entre 1689 y 1735. .y Oviedo donó el terreno.
1774 – 1778:
Durante el patronazgo de Don Manuel Luján, esposo en segundas nupcias de Doña Bartolina Gutiérrez, se coloca una vez cuadros de la vida de Nuestra Señora del Rosario, la barandilla y escalera del coro alto, una campana y las puertas de la sacristía.
Información extraída del opúsculo "Antiguas Capillas de Las Palmas y Villa de Pocho" de Gladys Acevedo.
SIGLO XX
1942.
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Capilla Las Palmas 1942. Documentos de Arte Argentino. |
Completo con fragmentos y fotografía del Cuaderno XIV Documentos de Arte Argentino. La Trayectoria Puneña y el Barroco Jesuítico. Buenos Aires 1942, específicamente a lo referido a la Capilla de las Palmas.
“… Ambas ,(se refiere a las Capillas de Las Palmas y Villa de Pocho), con ser del siglo XVIII, tienen el dicho sabor añejo.
Están, según dijéramos, en haciendas de la pampa de Pocho en heredades que pertenecieron a los primeros españoles de la conquista marcial que a partir de 1573 las obtuvieron un título de mercedes o encomiendas.
La devoción de sus primeros señores levantó en ellas los oratorios del rezo familiar encendido en la lucha de azarosos trabajos de paz y de guerra. Luego, en el andar del tiempo, se transforman en baluartes catequistas y estancias de la Compañía.
De crudos adobones yu muy huraña es la de Las Palmas, con un caserío en sus aledaños, asomo de la población que nace. Traslada arquetípicamente en su espadaña y en su característico porche que cubre la prolongada tijera de la nave, el espécimen puneño u de la quebrada de Jujuy, que luego jalonan los templos catamarqueños y riojanos que enumeraremos en el prólogo del cuaderno III…
…Escasa nota verde la circunda en los lomazos que descienden de ls más occidental de esta pampa, la que, como sus hermanas norteñas, traduce enérgicamente la recia fisonomía del panorama americano y de la aventura colonizadora.
Al punto que cabe el pensar en la abnegación de los jesuitas que partían de Córdoba a misionar temerariamente camino de Santiago del Estero, o bien penetrando en la abrupta región cordillerana para abarcar toda la extensión de la diócesis, cumpliendo ahincadamente, en estas sus giras apostólicas, en la redención del indio.
Misiones populares o rurales de que nos hablan también las anuas de 1652 y que van descubriendo el místico secreto y la función de los futuros obrajes y núcleos catequistas…”
1 comentario:
Importante aparato fotográfico. Se agradece.
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