Cerro Ciénaga. Fotografía: Alejandra Ferreyra.

domingo, 24 de abril de 2022

¿QUÉ ES EL PACTO DE LOS CHAÑARES? Acercándonos a la historia de la región de Traslasierra.

                  En breve conmemoraremos el 248º Aniversario de la firma del Pacto de Los Chañares ocurrido en 1774. Noveno año que el Grupo Solidario "Compromiso Pochano" organiza, promueve y difunde este hecho desconocido.
                     El lugar quedó diluido en el tiempo y el espacio, pero los hechos año a año, van dejando una estela de reconocimiento al valor y compromiso de hombres y mujeres que habitaron en otros tiempos la actual Región de Traslasierra.

¿Qué es el “Pacto de Los Chañares”?

En 1774, en el Curato de Traslasierra  un grupo de criollos se levantó en armas contra las autoridades virreinales locales, para hacer escuchar su voz, ya que el sometimiento, el abuso y las frecuentes represalias habían llegado a un punto tal que decidieron arremeter contra el despotismo encarnado tanto en el Maestre de Campo como en el Juez Pedáneo.

      Esta rebelión tuvo sus consecuencias, preocupando principalmente al Cabildo de Córdoba, quien ante la inesperada manifestación de rebeldía de los transerranos, envió al Maestre de Campo Juan Tiburcio de Ordóñez, en calidad de mediador y ejecutor de medidas necesarias para revertir la situación. En esta instancia, después de intentos de diálogos, se acordó firmar un pacto entre las partes, el que se concretó el 28 de Abril de 1774, en Villa de Pocho.

¿Cuáles fueron las condiciones que permitieron esta rebelión?

             El Curato de Traslasierra, (hoy departamentos Pocho, Minas, San Alberto y San Javier) pertenecía al Virreinato del Perú. En regla general podemos definir esta época como una etapa de marcado  nepotismo en los aspectos: políticos, religiosos, militares y comerciales. Esto favoreció en todo sentido a las familias más poderosas, tanto de la ciudad como en la campaña, quienes, además de obtener suculentos reembolsos por los negocios que realizaban, se ubicaron en los cargos más representativos estableciendo alianzas familiares, políticas y comerciales a través del matrimonio.

                Fue una época en la que gran número de comerciantes, en su mayoría peninsulares, llegados desde el Perú, adquirieron extensas propiedades estableciendo estancias para continuar con sus negocios. En cada lugar, ejercieron el dominio absoluto sobre los moradores con todas las fuerzas. El Curato de Traslasierra no estuvo exento de estas características.

            El temor, la angustia y el persistente cansancio al estar permanentemente doblegados a la voluntad de quienes, con total impunidad, los utilizaban para su propio beneficio. El trabajo de sol a sol, los castigos, los desenfrenos para con las mujeres y las carencias bajo el yugo de las autoridades, seguramente fueron acrecentando los deseos de buscar soluciones a corto plazo. Las voces del Maestre de Campo y el Juez Pedáneo eran la ley, sin contemplaciones, sin mesuras, sólo el abuso en todas sus manifestaciones. Tanta presión, que involucraba a sus familias, determinó que se reunieran en las llamadas “juntas”. Poco a poco, se fueron sumando desde los distintos puntos del Curato: Ambul, Pocho, Las Tapias, Río de los Sauces, Santa Rosa, Los Cerros, San Lorenzo, La Tablada, Panaholma, Las Palmas, Nono, San Javier y otros. Según la documentación llegaron a sumar entre 200 y 300 hombres.

                Se autodenominaron como “la voz del común”, es decir que las decisiones que tomaran era a una sola voz, sin nombre alguno. Todos, campesinos, artesanos, y algunos hacendados compartían una cultura y experiencias de vida comunes: ir periódicamente a la frontera como milicianos, sufrir los traslados y arbitrariedades de funcionarios como Isasa o Tordesillas, quienes actuaron con el mayor despotismo que se pueda imaginar.

¿QUÉ PROPONÍA EL  PACTO?

            El 28 de abril El Común presentó su petitorio en ocho puntos y fue firmado por ambas partes:

1) que Isasa y Tordesillas fueran quitados de sus cargos y expulsados del valle en el plazo de un mes junto a sus familias y bienes.

2) “… no ha de gobernar este valle ningún hombre europeo…”

3) “…no combiene que haiga maestre de campo en este valle…

4) que Basilio Quevedo fuera el Sargento Mayor nombrando a los capitanes y con las atribuciones de “… quitar y poner otros al gusto de su gente…”.

5) que los capitanes puedan nombrar a sus colaboradores, es decir “… pudieran entender en lo civil cada uno entre su gente, y que ningún juez pueda entrar sin pedir auxilio a los capitanes o jefes de su compañía”… y que “… haciéndolo se lo darían…”

6) que se les entregasen las armas que fueran pagadas en su momento al maestre de campo Isasa, recibiendo este el importe de las mismas en plata y caballos.

7) que el Sargento Mayor Moreno (traidor del movimiento) no tuviera cargo alguno;

8) que no se culpe a ninguna persona individualmente sino al común por las molestias que puedan haber causado.

Ordóñez les otorgó el perdón general.

¿Qué ocurrió después?

            Ordoñez permaneció en Traslasierra hasta mediados de julio. Su objetivo fue obtener información entre los vecinos y participantes de las “juntas a través de sumarias”. Esta actitud evidenció la intención de no cumplir con lo pactado. Ante tanta presión e incumplimiento de lo pactado, El Común decidió llevar la voz hasta el Cabildo en Córdoba.

Después de ser recibidos como salvajes y rebeldes, tomaron prisioneros a los 16 que habían ingresado para parlamentar. Tiempo después mediante un juicio vergonzoso y despojados de sus propiedades, algunos fueron destinados a la frontera, otros regresaron a sus lugares; mientras que el líder Basilio Quevedo quedó atrapado en la oscuridad y el olvido, ya que no se supo nunca más nada de él.

En el mes de noviembre, Isasa y Tordesillas fueron repuestos en sus puestos con el argumento que “… ninguno de los 299 hombres convocados habían expresado queja alguna de ellos…”. 

                                                   Fuente:  REBELIÓN DEL COMÚN. Pacto de Los Chañares 28 de Abril de 1774. Gladys Acevedo. 2018

 Estos nombres nos recuerdan a  más de 300 transerranos  galopando sobre la pampa,  buscando en “la Voz de El Común” Justicia y  Libertad.

                                                               Basilio Quevedo

(Punta del Agua)

Eugenio Heredia

Cipriano Hurtado de Lara

(Las Tapias)

Bartolomé Gallardo

Manuel Gallardo

José Cuello

Francisco Rivarola,

(San Lorenzo)

Bernardo Urquijo

Luis Arana

Mateo Cejas,

Inocencio Villafañe

Pedro Juan Balla

(Las Rosas)

Domingo Olmedo

Ignacio Núñez

Ignacio Quevedo

Policarpo Cuello

Agustín Olmedo

El Levantamiento de Traslasierra quedó escondido 

entre amarillos  expedientes durante más de dos siglos.

Hoy, la Voz de “El  Común, resplandece sobre el territorio 

que alguna vez fuera escenario 

de hombres y mujeres valientes capaces de hacerse escuchar.

Tal vez no fue el momento, tal vez fue necesario 

que durmieran los hechos para estallar en este presente 

con otros personajes, con otra realidad; 

pero en esencia cumpliendo la misión que se habían propuesto:

 llevar la voz de la libertad de los pueblos.

Cumpliéndose 248 años de aquel acontecimiento, 

nuevamente se gesta la unión de los pueblos en Traslasierra,

 para gritar a toda voz la esencia del transerrano, 

impregnada de valor, compromiso y entrega.


                               ¡Unidos el Valle de Traslasierra proclama a la Voz de “El Común”!

Capilla histórica de Villa de Pocho “Inmaculada Concepción de María”.

Escenario viviente de la firma del Pacto de Los Chañares.


    SI DESEAS CONOCER MÁS SOBRE EL TEMA SOLICITA EL CUADERNILLO DE HISTORIA:

REBELIÓN DEL COMÚN. Pacto de Los Chañares 28 de Abril de 1774. Gladys Acevedo. 2018

 Correo: gladysacevedo@gmail.com


 

 





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