Cerro Ciénaga. Fotografía: Alejandra Ferreyra.

viernes, 8 de mayo de 2015

LA PALABRA DE EUGENIO CALDERÓN, DESCENDIENTE DE UNO DE LOS PROTAGONISTAS DE LA SUBLEVACIÓN DE "EL COMÚN"


Eugenio Calderón Benítez, viajó desde Buenos Aires para compartir este nuevo aniversario. Nos dejó sus vivencias y el caudal de conocimientos adquiridos a través de sus investigaciones. 
¡Gracias Eugenio!

Estimados vecinos, amigos y familiares

Es para mi un orgullo estar presente en esta conmemoración.

Como cordobés descendiente directo de pochano, transité en mi niñez y adolescencia el increíble paisaje serrano del viaje entre Córdoba y la Pampa de Pocho y aprendí a querer esta tierra a través de los afectos familiares más profundos.
Mi abuelo Román Calderón fue un referente, y en mi imaginación infantil una especie de súper hombre a caballo, una cita a la epopeya, un cazador de leones y un hombre íntegro. De grande comprobé que no sólo era una idea.  

De vacaciones por algún pueblo de La Rioja, paraba en la quinta de un hombre hosco, de pocas palabras, pero cuando se enteró que tenía  familia en Pocho dijo que él era nacido en Las Palmas, y cuando le conté quien era mi abuelo, en forma muy serena me contestó - Señor, si Ud. es nieto de Don Román, considere esta casa como suya y dígame en qué le puedo servir -.

Unos años antes nos habíamos embarcado con un primo en un viaje “a dedo”, de Córdoba a la Pampa de Pocho, a través de Los Gigantes, travesía que quedará grabada para toda mi vida. En lo alto de la sierra hicimos parada en Dos Arroyos, donde otros parientes nos brindaron las comodidades para poder pasar una noche brava. Al día siguiente reanudamos y llegamos sanos y salvos, luego de pasar por la requisa policial, de atravesar la niebla cerrada de Los Gigantes, de la soledad de la sierra y la amistad bien brindada de sus habitantes.

Toda esta experiencia fue madurando en una suerte de añoranza de lo no perdido, de lo apropiado pero nunca obtenido, en una idealización de vivencias poco habituales para un chico de la ciudad, historias de vizcachas, leones y cacerías, de volcanes y lagunas, de duelos y peleas, de hombres con armas en el cinto, de una mina de mica abandonada y un arroyo capaz de desaparecer bajo la arena y reaparecer de a tramos más adelante, de un sótano sombrío, frío y húmedo, abarrotado de objetos desconocidos, del agua que mágicamente brotaba de un pozo en la piedra, en medio de la Pampa.

Pampa que fue sinónimo de aventura, de libertad, de pasar el día de la huerta a la mina y del arroyo a las vizcacheras, sinónimo de comidas familiares y reuniones dónde la tradición verbal se mantenía intacta, donde los temores se conjuraban con los cuentos de terror nocturnos, sinónimo de carneada brutal y ritual, de una vida más natural y despojada de la tecnología ciudadana.

Es así que fui conociendo algunas leyendas, cuentos y dichos de la región, a través de mis tíos y de los vecinos de la zona.

Luego del fallecimiento de Don Román, mi padre rescató una vieja caja con papeles más viejos aún, que valoró muchísimo y que pasó a ser una especie de reliquia.

Era un archivo familiar que generación tras generación fue creciendo con datos de los que nacieron en Pocho, de sus bienes y las transacciones que hicieron.
El contenido de la caja me fascinó desde un primer momento, hubo tiempo para alguna lectura y para reconocer a mis antepasados. Pero fue mucho después, luego de haber migrado a Buenos Aires cuando nació en mi la necesidad de hacer un recorrido genealógico y documentar los datos de la familia.  No fue un rayo que me iluminó ni una idea repentina, no. Fue un proceso que maduró la  idea.

Esa caja contenía datos de unos 170 familiares, desde Don Francisco Calderón que nació a fines del siglo 17 y en 1746 compraba sus tierras en la Pampa de Pocho, hasta los registros de mi abuelo Román. Luego de unos años y con la ayuda de varios genealogistas, amigos y familiares, la investigación alcanzó a relacionar a 3.700 personas, teniendo como rama principal a la familia que generó Don Francisco a su llegada a Traslasierra.

Desde el punto de vista de quien ha recorrido la historia familiar, a partir de su  asentamiento en Mogigasta, el evento Comunero de 1774 adquiere una dimensión de gesta, pero a la vez tiene la dimensión humana de lo familiar. En ese mismo año que Don Francisco compraba sus tierras, Doña Flora Brizuela, debe haber iniciado la construcción de la nueva capilla, epicentro del común. Doña Laurencia Pereyra, hija adoptiva de Doña Flora casaba con Joseph Mariano, hijo de Don Francisco. El francés Juan Pedro Perales llegaba para construir la capilla y para quedarse en Mogigasta, casándose con una nieta de Don Francisco. También se incorporaron al escenario pochano, entre otros: Don Joaquín de Güemes Campero, primo del padre del General Martín de Güemes y Don Carlos Soria proveniente de La Rioja, quien se casaría con Josefa Calderón, otra de las hijas de Don Francisco.

El documento de familia más antiguo data del 23 de Agosto de 1770 y es el testamento de Doña Laurencia Pereyra, la hija de Doña Flora Brizuela, viuda ya, quien creía estar cerca de su muerte, hecho que ocurre recién 11 años más tarde, un error de cálculo que sirvió para que tengamos una idea de qué pasaba unos pocos años antes de la gesta comunera.

En ese documento están sus palabras, describiendo sus convicciones religiosas, la familia que tuvo y la vocación de dejar en claro su legado material, preparar sus exequias y hasta reservar dinero para las misas que se deberían decir en su honor.
Entre los testigos del testamento firmaron: Don Enrique de Olmedo, cuyo hijo Domingo de Olmedo era yerno de Doña Laurencia y el Capitán Don Eugenio Heredia, también yerno de Doña Laurencia, tres de los principales comuneros. Faltaban cuatro años para la gesta del común pero los lazos familiares ya estaban sellados.

La historia no ha registrado el nombre de todos los valientes, pero estoy seguro que a la cita no faltó ningún pochano. Los movimientos se sucedieron luego en Ischilín unos meses más tarde,  en La Rioja y  Catamarca en 1781, y en conjunto con otros similares, formaron un preludio libertario que conjugado con los cambios geopolíticos del siglo siguiente, desembocaron en la Revolución de 1810. Esta experiencia de organización y lucha se trasladó a todos los descendientes …, influenciando a las siguientes generaciones.

Como testimonio están los hechos que transformaron el ámbito académico de la Ciudad de Córdoba en 1918, conocidos como “La Reforma Universitaria”. El manifiesto reformista parece tomar los principios del pacto de 1774 cuando dice:

“... acabamos de romper la última cadena que en pleno siglo XX nos ataba a la antigua dominación monárquica y monástica.”

y sosteniendo que:
“el derecho a darse el gobierno propio radica principalmente en los estudiantes

Protagonistas e ideólogos de esa reforma fueron, entre otros transerranos, los hermanos Orgaz, octava generación de los descendientes de Francisco Calderón.  Los tiempos siguieron su marcha y la semilla sembrada por aquellos valientes dio sus frutos en otras gestas libertarias.

                                                                                 Muchas gracias.
Eugenio Calderón Benítez
2 de Mayo de 2015

Además, gentilmente compartió estas imágenes provenientes de su archivo personal, testimonios irrefutables de nuestro pasado.
Portada del libro de Bautismos de Pocho 1765.

Mapa de la región de Martín De Moussy 1810-1869Añadir leyenda

Ruinas del Oratorio de Yerbabuena - propiedad de Joaquín de Güemes Campero

Firma de Juan Pedro Perales - alarife de la Capilla de Pocho y vecino de Mogigasta.

miércoles, 6 de mayo de 2015

SALUTACIONES POR EL 241° ANIVERSARIO DEL "PACTO DE LOS CHAÑARES"

La distancia no fue motivo para que grandes amigos y colaboradores, estuvieran presentes el pasado 2 de mayo. A través de sus cartas, compartieron la emoción y la concreción de las actividades programadas por los organizadores: Grupo Solidario Compromiso Pochano.
Deseamos compartir la palabra de la Lic. Raquel Maggi, quien desde Córdoba capital, nos envió su mensaje. Gracias Raquel!!!! tu aporte revitaliza el accionar de quienes insistimos en la memoria del pueblo.


Córdoba, 2 de Mayo de 2015
A los organizadores
Grupo Solidario Compromiso Pochano
Villa de Pocho

El “Pacto de los Chañares”,  ocurrido  hace más de doscientos años en la aridez de los suelos de Pocho, nos coloca  junto a las nuevas generaciones de estudiosos  de cara a la memoria  histórica  gracias a la creatividad literaria de Isabel Lagger, autora de “Territorios de Conquista.” Un suceso tan significativo para la región pochana, posibilitarán de ahora en adelante reivindicar y trabajar en pos de la memoria  y su conservación, en cuanto el interés de ambas en  compartir el mismo grado de importancia y seriedad.
Sabemos que un pueblo sin memoria, se condena al “olvido”, a la falta de todo. Con esa carencia  nos resultaría imposible  transmitir  la cultura, sus modos, tradiciones, recuerdos, en una palabra: identidad, pertenencia. Cuando desde un pueblo y su región, vamos perdiendo identidad, nos alejamos del reconocimiento de ser partes de un todo  y de relacionarnos con el mundo que nos rodea. De allí que  la memoria colectiva es tan decisiva para una comunidad, como lo es nuestra memoria individual. Por eso, quiero expresar mis felicitaciones a Isabel Lagger por su tan apreciada obra, como también a toda iniciativa que surja  referido a todos los aspectos culturales de la región.
Brindo mi modesto apoyo al Grupo Solidario Compromiso Pochano, jóvenes que vienen trabajando tenazmente, con orgullo  y amor a la  hermosa tierra pochana,  interesados en reconocerse desde sus propias raíces; y especialmente a  la Sra. Gladys Acevedo,  apasionada e incansable, investigadora y referente cultural de tantos años desde Salsacate  y para toda la región pochana.
Saludos afectuosos desde Córdoba

Lic. Raquel Maggi

También estuvo con nosotros el Dr. Raúl Irigoyen,  en significativas palabras en este aniversario.

HOY SOLAMENTE LOS POCHANOS, por derecho propio por ser nacidos en la Pampa de Pocho, descendientes de los héroes de la Revolución del Común y especialmente los integrantes de Compromiso Pochano, tienen autoridad para conmemorar aquella gesta.

Quienes somos ajenos al Valle y sin ese derecho por ser oriundos de otras regiones, pero como argentinos conmovidos por el recuerdo del primer hecho patrio, nos adherimos fervientemente y propiciamos que La Voz del Común se multiplique en el país. 

Raúl Eduardo Irigoyen en forma personal y como Presidente de Acción Cívica, Bibliotecas Rurales Argentinas y Biblioteca Virtual Universal.

martes, 5 de mayo de 2015

GRAN CONVOCATORIA AL ACTO CONMEMORATIVO DEL "PACTO DE LOS CHAÑARES" EN VILLA DE POCHO.

   La tarde pochana del dos de Mayo pasado, pintó con los más hermosos colores la histórica Capilla Nuestra Señora del Rosario impregnada de memorias olvidadas.
   Bajo un cielo transparente, el ayer comenzó a tomar vida convocando los sentires de aquellos hombres y mujeres, quienes 241 años atrás, hicieran de este espacio traserrano, el lugar donde el grito  libertario se unió al paisaje. 
   La plaza silenciosa, enredándose la bandera con la brisa, esperó paciente el momento ansiado. Como en aquel abril de 1774, se disponía a recibir a los hacedores de este presente. 

   Ambos, Capilla y Plaza, retomaron la memoria de un pueblo que había sido acallado. La sangre nueva: la de los descendientes, despejó de olvidos esa historia oculta en un acto reivindicando la Revolución de "El Común". 




Y así fue que los integrantes del Grupo Solidario Compromiso Pochano, fueron transformando el silencio en actividad sincronizada. 

La música llenó el espacio. Las idas y venidas, poco a poco, completaron el escenario para rendir homenaje a los héroes.








   A la hora programada, la plaza se vio colmada de amigos y amigas, algunos de lugares muy distantes. Fue cuando el sol dio tu toque mágico para iniciar el acto.





Según Eduardo Galeano, revelador de la historia escondida:

 “La identidad, no tiene que ver con las partidas de nacimiento, tiene que ver fundamentalmente, con los lugares, las personas, los valores que uno elige".

Y nosotros el GRUPO SOLIDARIO COMPROMISO POCHANO elegimos comprometernos con nuestro pueblo convirtiéndonos en los restauradores de las historias olvidadas del lugar que elegimos para vivir.


Bienvenidos a esta cita, la que tiene como objeto 
recordar a ese grupo de hombres que tejieron esperanzas con heroísmo.

Acompañaron:

·         Directora del IPEM N° 384 y sus anexos, Prof. Cecilia Martínez.
·         Directora del C. E. “Domingo French” Prof. Alejandra Decara
·          Cabo 1° Agustín Sosa
·         Presidente de la Agrupación Gaucha “Martín Fierro” Sr. Gastón Oviedo.
Agrupación Gaucha Semillas Criollas, del IPEM N° 384, de El Mirador.
·         Presidenta del Centro de Jubilados Sra. Olga Nievas.
·         Sra. Isabel Lagger, escritora desde Carlos Paz.
·         Sr. Eugenio Calderón, investigador y genealogista, desde Buenos Aires.
·         Sr. Martín Soria, investigador y genealogista, desde Córdoba.
·         Directora de la Academia de Folclore “Esencia de mi tierra”, Prof. Paola Martínez.

         El ingreso de las dos agrupaciones gauchas coronó el escenario con el paso firme y el color del ropaje tradicional. La participación de la Agrupación Gaucha "Semillas Criollas", conformada por alumnos del IPEM N° 384 de El Mirador, quienes transitaron durante horas por los caminos polvorientos al igual que nuestros antepasados, fue impactante.

Con las siguientes palabras el público de pié recibió a las Banderas de Ceremonia:

Avanza orgullosa la Bandera de nuestra Patria llevando entre sus pliegues los latidos de hombres y mujeres que ofrecieron sus vidas por este presente.
La historia renace en sus colores y teje esperanzas en cada uno de nosotros, hacedores de nuevas historias.

·       Centro Educativo “Domingo French”, de Villa de Pocho.

·         IPEM N° 384, Anexo Villa de Pocho.

·         Agrupación Gaucha “Semillas Criollas”, del IPEM N° 384, de El Mirador.

·         Agrupación Gaucha “Martín Fierro” de Villa de Pocho.




   A continuación el Himno Nacional Argentino inundó con su espíritu patriótico la plaza de Villa de Pocho, recordando a los héroes transerranos que lucharon por sus ideales con valentía y decisión. 

Oid mortales el grito sagrado ¡Libertad! ¡Libertad! ¡Libertad!
Así lo proclamó el Común, 38 años antes de la creación de nuestro glorioso Himno.
Su voz, atrapada en el tiempo, hoy florece entre nosotros: los hacedores del mañana. 

  
El decir y el hacer son dos acciones que expresan el compromiso, y la responsabilidad de generar nuevas experiencias que alimentan el alma. Hoy podemos ver cristalizado ese primer impulso solidario que unió a un grupo de jóvenes pochanos para emprender la búsqueda de la memoria popular, a través de su accionar.
Los  Profesores: Román Calderón y Melisa Oviedo, representando a los organizadores de este evento cultural, se dirigieron al público manifestando su proyecto y sus actividades.  




   El minuto de silencio recordando a los protagonistas de la gesta revolucionaria, estuvo a cargo de la poeta y escritora Gladys Acevedo, quien leyó el poema de su autoría "La voz de El Común", nombrando a los dieciséis transerranos de quienes tenemos algunos datos, sin olvidar a los casi trescientos hombres que expresaron su descontento a través de acciones concretas.

Basilio Quevedo
Eugenio Heredia
Cipriano Hurtado de Lara
Bartolomé Gallardo
Manuel Gallardo
José Cuello
Francisco Rivarola,
Bernardo Urquijo
Luis Arana
Mateo Cejas,
Inocencio Villafañe
Pedro Juan Balla
Domingo Olmedo
Ignacio Núñez
Ignacio Quevedo
Policarpo Cuello
Agustín Olmedo

   
   Marcando un eslabón entre el pasado y el presente, y considerando que la historia de los pueblos fluye cual cascada transparente a través de las generaciones que transforman, recrean, revitalizan con sus acciones el presente, invitamos al Sr. Eugenio Calderón,  descendiente de uno de los protagonistas de la gesta que conmemoramos, genealogista e investigador de nuestra zona, para rendir homenaje a los héroes a través de su palabra.




   Y no pudo faltar la manifestación artística a través de la danza. El  Ballet Folclórico "Esencia de mi tierra" dirigido por la Prof. Paola Martínez, estuvo presente. La gracia, el color y la expresión de los integrantes del ballet dio un toque de excelencia a la tarde que culminaba. 
   Buscar nuestras raíces es construir el camino hacia la identidad, y en el andar descubrimos la magia de la expresión artística en todas sus manifestaciones. Conmemorar a los héroes transerranos es también llenar de música el alma y colmar nuestra mirada con los giros de la danza.

Culminando con las actividades programadas, el público disfrutó con la palabra de nuestra amiga y promotora de esta gesta histórica que permaneció en silencio durante más de dos siglos: la escritora Isabel Lagger. Su trabajo de investigación la llevó a escribir la novela "Territorio de conquista", basada en la Sublevación del Común en época que pertenecíamos al Virreinato del Perú. La presentación de su obra en el mismo escenario donde los personajes cobraron vida, fue otro de los homenajes de este 241° Aniversario Conmemorando el "Pacto de Los Chañares".


        Al finalizar, como un abrazo fraternal a todos los presentes, la Directora del C.E. Domingo French de Villa de Pocho Prof. Alejandra Decara, expresó su emoción a través de la palabra agradeciendo a los organizadores y visitantes la participación en este acontecimiento tan importante para la comunidad traserrana, invitando a continuar y fortalecer los lazos que nos llevarán a la reconstrucción de nuestra propia historia.

 Se cerró el acto conmemorativo con el paso de las Agrupaciones Gauchas rodeando la plaza, mientas el público entre aplausos elevaba su voz hacia el cielo con un: ¡¡¡VIVA POCHO!!!!

miércoles, 29 de abril de 2015

ISABEL LAGGER en el acto conmemorativo del Pacto de los Chañares.




   Escritora y artista plástica, Isabel Lagger expresa a través de la imagen y de la palabra su mundo interior inspirado en los escenarios de nuestra tierra. 

   Isabel es oriunda de Esperanza, Santa Fe y residente de Villa Carlos Paz desde hace 20 años. Ha publicado novelas como “La fuente de los sapos”, “Una mujer llamada Pablo”, “Ahora que los lobos descansan” entre otras.
El próximo 2 de mayo, en la localidad de Villa de Pocho, estará junto al Grupo Solidario Compromiso Pochano, presentando su última obra "Territorio de conquista", novela inspirada en los hechos que sucedieron en 1774 en Villa de Pocho. 

   Básicamente la autora dedicó gran parte de su vida a investigar sobre este levantamiento comunero, documentado por el historiador Víctor Barrionuevo Imposti en su obra "Historia de Traslasierra". Su primer publicación al respecto, con un fuerte impacto, fue en el 2005 con un artículo periodístico "Una Fuenteovejuna en Traslasierra, publicado por la Voz del Interior. Pasaron los años y su interés por el hecho la llevó a elaborar magníficamente lo que hoy podemos disfrutar a través de las páginas de su novela histórica.

   Palabra e imagen, elaboración interna de su personalidad sensible, ha motivado a la población pochana a comenzar a interesarse por la memoria de su pueblo.


  
 En el 2014, hizo la primer presentación en la ciudad de Córdoba, y como un regalo para la región de Traslasierra, en marzo de este año hizo su presentación en Mina Clavero.








   Y como síntesis de la labor realizada por Isabel Lagger, contaremos con su presencia el próximo 2 de mayo, en Villa de Pocho. 
Gracias Isabel por este regalo del alma, que nos lleva hacia nuestras raíces, haciendo viva la memoria de nuestro pueblo.

martes, 28 de abril de 2015

EXCELENTE ARTÍCULO SOBRE EL PACTO DE LOS CHAÑARES EN:

https://cordobaoriginaria.wordpress.com/2015/04/28/rebeldes-pochanos-por-la-emancipacion/

lunes, 27 de abril de 2015

POCHO Y SU HISTORIA: El Pacto de los Chañares: 28 de Abril de 1774.


   Hace 241 años entre la frondosidad de la pampa pochana, cruzando caminos de herradura, -hilos comunicantes entre parajes y ranchos diseminados entre la bravura serrana-, cabalgaban desde diferentes puntos, los valientes moradores del Curato de Traslasierra con la esperanza prendida en sus pechos. El lugar de reunión, Villa de Pocho.

   Veinticinco días atrás, la situación se había tornado irreversible. Los hechos se fueron encadenando: primero, el descontento por el reemplazo del cura Simón Tadeo Funes y la negativa de la feligresía a aceptar a su reemplazante, luego la resistencia de los milicianos que suponían terminaría con su traslado compulsivo como pobladores de la frontera sur; y por último, su negativa a realizar las guardias en dicha frontera. Todo esto hizo que a comienzos de 1774 los moradores se reunieran en juntas, y se conformaran en lo que se llamó la voz del común. De este modo, con objetivos claros presionaron en forma organizada y con las armas en la mano para obtener sus reivindicaciones.

CONTEXTO HISTÓRICO

   Las características particulares de esta región y de la gente, impulsaron el desarrollo de estos acontecimientos. Traslasierra se encontraba relativamente asilada de la cabecera de la jurisdicción por el cordón montañoso de las Altas Cumbres, pero con una intensa vida económica como lugar de invernada de mulas, con lazos económicos con el norte y con el oeste de las sierras. Además, era una zona de densa población indígena antes de la conquista y que desde muy temprano mostraron gran resistencia frente a los abusos de  los encomenderos. Paralelamente a estas características, debemos considerar los enfrentamientos que en ese entonces existían con las autoridades religiosas, militares y políticas -diferentes miembros del Cabildo, alcaldes, alcaldes de la Hermandad jueces pedáneos, comandantes de armas y curas-. Estas tensiones fueron utilizadas por los sublevados a su favor.

   Debemos recordar que en 1774, Córdoba pertenecía al Virreinato del Perú, por  lo que el poder político estaba prácticamente en manos del Cabildo y las camarillas locales. La sociedad cordobesa estaba polarizada principalmente por la expulsión de los jesuitas, en 1767.

La sublevación del común.

   El rechazo por parte de la feligresía al nombramiento del cura encargado de la parroquia de Pocho en 1774 se dio en ese clima de crisis en general, y fue uno de los desencadenantes de los conflictos que se sucedieron en Traslasierra. Pero lo que tuvo mayor relevancia en esta sublevación fue la arbitraria política de control de la población y los traslados forzosos a la frontera sur. “Las fronteras eran defendidas por los vecinos como milicianos y con recursos siempre insuficientes. A eso se sumaban los traslados de familias enteras como pobladores – los fuertes también eran denominados presidios – ya que una de las formas era mandar allí a los reos”, “a ración y sin sueldo”, muchas veces acompañados por sus familias. [1]

   Según la investigación de Ana M Puntas , existen múltiples testimonios, detallados en expedientes judiciales que muestran el desarrollo de los acontecimientos, que dan cuenta que la causa del levantamiento había sido el temor de  los milicianos a que los llevaran engañados para dejarlos desterrados y sin cabalgaduras en el fuerte de Las Tunas. A través del siguiente relato podemos imaginar la situación que vivían, determinándose el primer hecho contundente de sublevación:

   En abril de 1774, el Maestre de Campo Isasa había convocado a la gente a reunirse en la Laguna de Pocho para de allí ir a “correr la frontera”. Fue entonces que un soldado de mote Piquillín, habría saltado sobre la grupa del caballo de Isasa, lo habría tirado al suelo y quitándole las armas lo llevaron preso junto con dos de sus capitanes, al paraje de la Punta de Agua, al parecer con intención de trasladarlo a San Luis de la Punta.”[2]

   Con el apresamiento de Isasa por parte de “el común”, las autoridades de Córdoba designan al Maestre de Campo General de la Plaza don Juan Tiburcio de Ordóñez, Alcalde de la Hermandad, como Comisionado para pacificar a los revoltosos. Ordoñez partió hacia Traslasierra con 47 soldados, un capitán, cuatro sargentos y un cabo. El 23 de abril, en el paraje de La Ciénaga, envió una nota a los apellidados el común, para que volvieran a la tranquilidad, y mientras estuvieran subordinados serán oídos.

   Durante cuatro días, circularon cartas y esquelas entre Ordoñez, el juez pedáneo Tordesillas y el cura Rodriguez por un lado, y Basilio Quevedo por el otro;  hasta que el 28 de abril de 1774, en Los Chañares, el común con Basilio Quevedo a la cabeza,  proceden a la entrega de una petición de ocho puntos :

1-    Destierro de Isasa y de Tordesillas, dándoles un mes para que abandonaran la jurisdicción, junto con sus familias y bienes. Ordoñez acordó  pero extendió el plazo a Isasa por tres meses.
2-    “no ha de governar este valle ningún hombre europeo…” a lo que Ordónez agregó “….sin perjuicio de las facultades del Cabildo…”relativizando el alcance de lo solicitado.
3-    “…no combiene que haiga maestre de campo en este valle…” Ordoñez aceptó pero agregó “ … sin que se entienda contravenir a las disposiciones de los gobernadores de esta provincia…”
4-    Que fuera el Sargento Mayor Quevedo el que nombrara a los capitanes y que quedara a su disposición “…quitar y poner otros al gusto de su gente…” Ordoñez otorgó pero agregó que Quevedo debía presentarle la lista de los designados para que “…por el gobierno de Armas si conviniese, se le despachen los títulos…”
5-    El común pedía que se les extendieran facultades a los capitanes para que pudieran “… entender en lo civil cada uno entre su gente, y que ningún Juez pueda entrar sin pedir auxilio a los capitanes o jefes de su compañía…”  y que “…haciéndolo se lo darían…” Ordoñez alegó no tener facultades para otorgar esto, ya que lo eran del Cabildo ….
6-    Que el Sargento Mayor Diego Moreno no pudiera ejercer ningún cargo, lo que fue otorgado
7-    Que se les dieran las armas que tenían pagadas a Isasa, quien había recibido su importe en plata y caballos, agregando Ordoñez que lo haría una vez que “….se hubiera sosegado el común se retire cada qual a su casa…”
8-    El pedido general para que nos se los culpe a ninguno ni haia cargo ninguno tiempo haber levantdo este común de voz pública lo levanto el Maestre de Campo Don Joseph de Isasa como consta por los señores vicarios: común”[3]

   Al culminar el encuentro, Ordoñez garantizó lo firmado como Maestre de Campo firmando el tratado con dos testigos, y una vez visto lo que se les concedía, los del común “…. Se dieron por satisfechos y rindiendo las armas prorrumpieron en vivas al rey afirmando estar dispuestos y rendidos y obedientes a cuanto se les mandase…”[4] Además aceptaron devolver las armas que habían quitado a Isasa y Tordecillas.

   Apunta Ana Inés Puntas que Ordoñez permaneció en Traslasierra, y desde finales de abril hasta mediados de julio levantó sumarias informaciones a vecinos y a participantes de las “juntas”, lo que evidenciaba su falta de intención de respetar lo firmado, y que no daba por terminado el conflicto.

  Fueron muchos los protagonistas de este hecho histórico, hombres sufridos y oprimidos que dejaron su huella indómita en la inmensidad de la pampa desde Ambul, Panaholma, Nono, Las Tapias, y de tantos lugares diseminados por el valle de Traslasierra, hoy sólo nos ha quedado un puñado de nombres.
Valientes serranos hoy los homenajeamos haciéndolos surgir del olvido como ejemplo de valentía, de honor, de entrega y en defensa por la dignidad.

Basilio Quevedo
Eugenio Heredia
Cipriano Hurtado de Lara
Bartolomé Gallardo
Manuel Gallardo
José Cuello
Francisco Rivarola,
Bernardo Urquijo
Luis Arana
Mateo Cejas,
Inocencio Villafañe
Pedro Juan Balla
Domingo Olmedo
Ignacio Núñez
Ignacio Quevedo
Policarpo Cuello
Agustín Olmedo





[1]ANA INÉS PUNTA: Levantamientos a voz del común en Traslasierra e Ischilin. Córdoba 1774-1775.
[2] IDEM.
[3] ANA INÉS PUNTA: Levantamientos a voz del común.
[4] AHPC Gob.5, carpeta 4, Exp. 28, ff. 250r-251v.