Incursionando en mi biblioteca personal, como una estrella rutilante entre tantos libros y carpetas, mis ojos percibieron un sencillo pero importantísimo opúsculo.
Lo tomé entre mis manos y con admiración,- porque cada trabajo realizado por los habitantes de este pueblo aporta conocimientos y valores para las próximas generaciones- miré tu tapa: "50 años Cooperativa Salsacate", un trabajo realizado en 2010 por nuestro conocido Dr. Alberto Luis Bustos Senesí.
Entre tantas vivencias y datos que relata el autor, encontré esta estampa de 1958, la que me pareció importante compartir. Sumar para ampliar lo que había comentado en la nota sobre "picos blancos" da sustento a esta construcción colectiva.
Muchas gracias Dr. Senesi por el aporte.
Transcripción página 12.
"... En 1958 ya se había instalado en el pueblo, un sistema de "picos públicos" que abastecían de agua corriente tomada de la Piedra de la víbora.
Con un pico en la Plazoleta de la Madre, otro en la entrada de la Casa de Doña Pepina y Don José Guzmán, uno más en la esquina de Doña Anita Manzano ( que hoy ha quedado, felizmente, como testimonio en la vereda de La Rueda, al lado del bar El Cuico, casa de Zenón Fernández) uno en la esquina de la plaza al frente de la Iglesia, otro en el ángulo opuesto, al frente de la Policía, también en el Barrio del Salado y Camino al Dispensario.
La instalación de esos surtidores públicos de agua, mitigó el peregrinaje diario del pueblo a levantar agua del río para llenar los cántaros. Bien temprano por la mañana, antes de que la hacienda bajara a beber, se buscaba agua para el consumo humano.
Los vecinos más alejados del Jaime, hacían un descanso en el algarrobo de Don Félix, y de ahí la copla de Tortola.
Los que aún perduraban eran los "sol de noche" que los vecinos ponían sobre un poste; para iluminar las calles, en las esquinas más importantes y que cumplían la función de "alumbrado público" al frente del Hotel de Don Lando Senesi, al frente de doña Zulema de Suárez, en donde había estado la vieja iglesia, etc.
Cada vecino transitaba con linterna, y en las zonas más oscuras con una caja de fósforos que se encendían y se arrojaban a los "perros bravos" de algunas casas que todos teníamos censadas.
La imagen siguiente nos muestra un Salsacate silencioso, con la típica edificación de entonces rodeada por una intensa vegetación. Lamentablemente no tengo fecha pero por las características y en especial por los postes que visualizo, sin cables que los unan, interpreto que sería el lugar donde colocarían los soles de noche.
Hoy Avenida Ejército Argentino, cuadra entre 7 de Octubre y Los Túneles.
El Sentir Pochano, Kembele Manzano, página 222.
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