Uno de los momentos relevantes y profundamente emotivo fue escuchar en la voz de Leandro Jesús Oviedo, alumno de Primer Grado, los versos de un poema escrito por la exalumna Anael Altamirano.
Desde el escenario con un público expectante, la voz infantil enhebró mágicas emociones, mientras el viento jugando en el entorno, dio vida a cada verso en la memoria de los presentes.
La mañana se iluminó y el cerro Ciénaga destelló sobre la Pampa de Pocho.
Casa Blanca fue estrella, fue luz en el corazón de todos.
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