Cerro Ciénaga. Fotografía: Alejandra Ferreyra.

lunes, 21 de agosto de 2023

RETAZOS DEL PASADO: Breve historia de Villa Viso

           Esta vez el viaje hacia el pasado nos localizará en una pintoresca localidad pochana: Villa Viso, punto desde donde la magnificencia del paisaje asombra a cualquier hora del día.

La inmensidad, el perfil de los cerros que dibujan el horizonte, los atardeceres pintados de colores irrepetibles, un cielo deslumbrante y por sobre todo el imponente Cerro Ciénaga, centinela de esta tierra llena de historias.

En este lugar finalizando el siglo XIX, exactamente el 7 de Setiembre de 188, abría sus puertas la centenaria escuela que se observa al transitar por la Ruta N° 15. Si nuestra dirección es de sur a norte, la escuelita de Villa Viso adorna el paisaje a la derecha.

Hoy me pareció oportuno compartir algunos fragmentos  del trabajo realizado con motivo de los 125 años de creación de esta institución educativa realizado en forma conjunta por Raquel Maggi y Gladys Acevedo, tomando para el análisis los primeros cien años de existencia.

Páginas 10 y 11

                                            HISTORIA DE VILLA VISO

Pero adentrémonos al origen de la Escuela de Villa Viso, y para ello es necesario remontarnos en el tiempo, aproximadamente entre 1850 y 1860, cuando el español Don José de Mayo, llegaba a estas tierras junto a su esposa Juana de Caballero, con la actitud propia del inmigrante buscando hacer realidad sus sueños. No se sabe con precisión en qué año llegó a la zona, ni la razón; pero a partir de los relatos de las personas consultadas: Susana Piraine (Tataranieta), Raúl Tapia y Gladys García, pudimos reconstruir de alguna manera los hechos más allá de las imprecisiones lógicas.. 

DON JOSÉ DE MAYO

“Don José de Mayo llegó a esta zona con su esposa Juana de Caballero desde España, entre 1850 y 1860 comprando las tierras desde Taningas (hoy Villa Taninga) hasta aproximadamente El Chamico.

Allí en su estancia, don José eligió un lugar estratégico donde hizo construir la casona. Anchísimas paredes de adobe cocido revestidas con fino revoque, fuertes vigas sosteniendo el techo con bovedillas, puertas y ventanas al rígido estilo colonial conformaban las habitaciones, el amplio comedor, cocina y un acogedor oratorio.

 El frente, orientado hacia el oeste con la magnífica vista del Cerro Ciénaga, mostraba una inmensa galería que terminaba en una escalera.Esta descendía hasta el pórtico, desde donde rejas de hierro forjado contorneaban el límite de la casa, daban al todo una majestuosidad que se engarzaba con el paisaje. El jardín colmado de plantas y frutales era el escenario donde don José y doña Juana formaron una familia con nueve hijos.

En ese tiempo, según los relatos, el camino pasó por el frente de la casona cruzando la estancia. Era de tierra y circundado por una gran variedad de árboles: salsas, mimbres, acacias, durazneros, perales, guindas, nogales y manzanares y por supuesto las infaltables palmas caranday.

El silencio se dormía entre las risas de los niños  y los sonidos de las herramientas de muchos trabajadores que labraban la tierra. Una hermosa quinta daba el sustento a los habitantes, y una gran variedad de animales de corral, completaban la armonía de esa tierra que había recibidos a estos dos españoles con ansias de progreso.

Hombre de gran fortaleza espiritual y actitud emprendedora fue don José de Mayo. Sus contactos y la vida social muy activa que llevaba, hizo que la estancia fuera un lugar visitado por muchos personajes importantes; entre ellos, con quien la familia tuvo una gran amistad, el Padre José Gabriel Brochero. 

Don José de Mayo fue un viajero incansable, cualidad que lo llevó a conocer y entablar amistad con Antonio del Viso, uno de los gobernadores de Córdoba ( 1877)1880 ), razón por la cual en su homenaje dio el nombre de Villa Viso a su propiedad. 

Acompañan este proyecto:
Cristian Genta y Guillermina Oviedo.
¡Muchas gracias por el valioso aporte para la cultura de nuestro pueblo!

SI TE INTERESA EL MATERIAL PUEDES SOLICITARLO POR PRIVADO.






miércoles, 16 de agosto de 2023

Siglo XVIII: Capilla Inmaculada Concepción de María en Villa de Pocho.

 

 SIGLO XVIII

Edificada entre los años 1746 y 1774

Una de las más antiguas de la provincia de Córdoba.

            El primer poseedor de la antigua  estancia fue  Pedro Nicolás Brizuela, quien el 12  de diciembre de 1663 obtuvo en merced las tierras de Pinas, Pachango y Mermela.

            Nueve años después el capitán Juan Clemente Baigorrí, nieto de Brizuela, recibió estas tierras en donación el 2 de marzo de 1672,  convirtiéndose en el nuevo propietario.

            Con el tiempo compró - 21 de Diciembre de 1683-  la merced Aguada de Pocho a Diego de Albarracín pasando a ser dueño de grandes extensiones de terreno.

            El 22 de Noviembre de 1693, ejerciendo a pleno el Mayorazgo que había fundado su abuelo, vendió  a su pariente Miguel de Brizuela, esta gran heredad. El nuevo propietario fundó una gran estancia a la que bautizó con el nombre de San Miguel de Pocho.

            Con su muerte la propiedad sufrió sucesivos desmembramientos, legados y traspasos. Sus herederos cedieron esta propiedad en pago de ciertas deudas al Dr. José Ignacio Toledo Pimentel y su hermano el Capitán Estanislao de Toledo Pimentel.

            En Diciembre de 1746, Estanislao vende la parte principal de la estancia a  Doña Flora Brizuela y Antonia González Carrizo. Anteriormente Toledo y Pimentel había vendido las tierras de Mogigasta y Sauce.

            Describe Lescano Gonzáles “Dona Flora Brizuela hizo construir su casona española en la suave hondonada que hoy ocupa el poblado, sobre el declive de la pendiente que baja al arroyo, sitio que otrora eligieron los indios para asentar sus tolderías de las que afloran todavía restos en las barrancas del río.”

            Aquella casona tuvo una habitación exclusivamente  destinada a la oración, por lo que se le llamó oratorio. Ese fue el primer paso del proyecto de Doña  Flora ya que puso especial empeño en dotar al vecindario con una capilla. Con verdadero esfuerzo y tras largos años de trabajo Doña Flora pudo verla terminada para legarla y ornamentarla.

            Intervino como director de obras el constructor Juan Pedro Perales.

Fuente: Trabajos de investigación de Gladys Acevedo.

Contacto: gladysacevedo35@gmail.com/ https:www.facebook.com/gladys.acevedo.77/ http://identidadpochana.blogspot.com

Si deseas profundizar sobre el tema puedes solicitar un ejemplar por privado. Muchas gracias por interesarte en la historia de nuestra región.

Acompañan este proyecto:
Cristian Genta y Guillermina Oviedo.

OTRAS FUENTES:

1. Víctor Barrionuevo Imposti. Contribución a la Historia Hispana del Valle de Traslasierra. 1949.

2. ACEVEDO GLADYS Cuaderno N° 3 La Iglesia en el departamento Pocho. Siglo XVII a mediados del siglo XX.

3. Acevedo Gladys . Cuaderno N° 5 “Polvo  del pasado, oro del presente.” Historia de la Antigua Capilla de Salsacate (1765-1949)

4. ACEVEDO GLADYS. Cuaderno N° 7 “Antiguas Capillas de Las Palmas y Villa de Pocho. 2022

5. LAZCANO GONZALEZ,  Antonio, Monumentos Históricos de Córdoba Colonial - S. de Amorrortu e hijos, Buenos Aires, 1941.

6. Capillas y Templos: www.capillasytemplos.com.ar

7. Sociedad Genealógica de Utah . Family Search

8. UN LARGO CAMINO EVANGELIZADOR: el Obispado de Cruz del Eje. Liliana de Denaro.2016

lunes, 14 de agosto de 2023

Siglo XVII: Capilla Ntra. Sra. del Rosario de Las Palmas. Departamento Pocho

SIGLO XVII

Edificada entre los años 1689 y 1735.

Una de las más antiguas de la provincia de Córdoba. 

17 de Noviembre de 1672

El general Pedro Nicolás de Brizuela recibió las tierras de Las Palmas, parte de la merced que le otorgara el gobernador Don Lucas de Figueroa Mendoza.

2 de marzo de 1674

Se las dona a su nieto capitán Juan Clemente Baigorrí.

7 de marzo de 1689

El alférez Juan de Oviedo y Valdéz compra estas tierras y funda la Estancia de Las Palmas.

Para el concierto espiritual de todo el país y tener en que enterrar nuestros hijos y familias", fue el pensamiento que llevó a los vecinos a erigir un recinto sagrado. El capitán Raymundo Gutiérrez Ledesma realizó la obra material de la capilla entre 1689 y 1735 y Oviedo donó el terreno.

SIGLO XVIII

1774 – 1778:

Durante el patronazgo de Don Manuel Luján, esposo en segundas nupcias de Doña Bartolina Gutiérrez, se colocan once cuadros de la vida de Nuestra Señora del Rosario, la barandilla y escalera del coro alto, una campana y las puertas de la sacristía.

Fuente: Trabajos de investigación de Gladys Acevedo.
Contacto: gladysacevedo35@gmail.com/ https:www.facebook.com/gladys.acevedo.77/ http://identidadpochana.blogspot.com
 Para profundizar sobre el tema te invito a leer: 

Puedes adquirir el ejemplar en forma privada acordando el envío.
Muchísimas gracias por interesarte en nuestra historia regional.

Acompañan este proyecto cultural:
Cristian Genta y Guillermina Oviedo.


sábado, 12 de agosto de 2023

¿LORO BARRANQUERO? ¿CALANCATE CABEZA AZUL?

              Esta bella foto fue la causante de una catarata de comentarios llevándonos hacia el oeste de la provincia de Córdoba, Traslasierra, Departamento Pocho.

             El movilizador de recuerdos y vivencias tan luminosas como el sol del oeste cordobés fue nuestro amigo Gastón Torres Vera, quien el 10 de Agosto de este año (2023) publicó en su Facebook esta foto de José Lozada, junto a su comentario:

El pasado verano por fin pude ver estos loros barranqueros en Córdoba, valle de Traslasierras. Un par de bandadas pasaron y nada más; no se por qué son tan escasos en esta provincia, o no se dejan ver. En cambio en la Rioja y Catamarca al igual que en la costa patagónica hay de a millones. A la tarde se posan sobre los cables de luz y las bandadas tapan el cielo.”

                 Y fue suficiente para que las respuestas brotaran:


Gladys Acevedo  ¿Será por los incendios? ¿la desforestación? Realmente una pena. Preciosa foto Gastón.
Gastón Torres Vera a Gladys Acevedo No es mía la foto. Hay pocos en Córdoba, los busqué mucho y hace poco recién los vi. También está el calancate que si hay más y en especial en  Salsacate.
Aldo Juan Angel Romero En Paraguay no los tenemos. Los vi en guías de aves argentinas
Gaston Torres Vera a Aldo Juan Angel Romero No, es de por acá, centro-Oeste de Argentina y Patagonia, loro barranquero se le dice, hay de a millones, pero en mi provincia pocos.
Descubriendo Salsacate En Salsacate hay muchos.
Gaston Torres Vera a Descubriendo Salsacate ¿De esos barranqueros? No te confundirás con el calancate?
Descubriendo Salsacate a Gaston Torres Vera la verdad no sé.
Gaston Torres Vera a Descubriendo Salsacate Ojo! el que hay en la zona de Salsacate, Pocho, es el calancate, algo parecido. Se los ve seguido en bandas chicas 4/8, pasan rápido, hacen nido en los quebrachos.
Jorge Carlos Arias ¡Buenísimo Gaston!! Detrás de la escuela de Pocho, donde yo trabajo, a la vera del río se pueden apreciar en su habitad en las barrancas.
Gaston Torres Vera Jorge, anduve por Pocho. Esos son los barranqueros, aparecen en invierno o en verano?, muchos? pocos? contanos.
Jorge Carlos Arias a Gaston Torres Vera, Yo los conozco por "barranqueros" y en este caso justamente se trata de una barranca donde estos tienen sus cuevas donde habitan. Se los ve durante todo el año y su reproducción es a partir de setiembre/octubre
Rolando Carmona Exactamente, yo los veo y los disfruto todos los días en mis bicicleteadas, están por todos lados, tanto en los bosques como en los pueblos. Es hermoso escucharlos y ver las bandadas que surcan los cielos como un manto verde
Carlos Fabian Romitti Acevedo Familias de Traslasierra.
Gladys Acevedo Qué bellos comentarios que realizan, hasta escucho los sonidos bajo el azul intenso del cielo pochano.
 

VEAMOS LAS DIFERENCIAS ENTRE LORO BARRANQUERO Y CALANCATE https://www.fcv.unl.edu.ar

LORO BARRANQUERO Cyanoliseuspatagonus
FAMILIA PSITTACIDAE

Nombres vulgares: Barranquero. Loro minero. Loro patagón. Loro vallisto. Maracaná patagón. Tricau.

DESCRIPCIÓN

L: 40-52 cm. Pico pardo oliváceo. Patas pardas. Iris blanco amarillento.

Región desnuda de la cara blanca amarillenta.

Cabeza, mejillas y escapulares pardas olivas. Dorso inferior, rabadilla, supracaudales y flancos amarillos claros. Garganta y pecho pardo grisáceo con algunas plumas blancas grisáceas. Abdomen rojo bordeado de amarillo.

Primarias y secundarias azules con el margen interno pardo oscuro. Cobijas verdes. Cubiertas internas de las alas amarillentas.

Cola verde oliva con el raquis claro.

La raza C .p. andinus se diferencia de la anterior por tener en el abdomen la mancha roja reducida y rodeada de pardo oliváceo. No tiene además la mancha blanco-grisácea a los lados del cuello. Dorso inferior y rabadilla verdes olivas.

COMPORTAMIENTO

Forma bandadas, a veces muy grandes.

CALANCATE CABEZA AZUL Thectocercusacuticaudatus


FAMILIA PSITTACIDAE

Nombres vulgares: Cala. Calacate. Calancate. Calancato. Cata cabeza azul.  Cata manzanera. Cotorra de los palos. Loro huajrillero. Lorito. Loro. Loro cabeza azul. Loro de los palos. Loro del palo. Loro huajrillero. Loro manzanero. Loro mollero. Loro satí. Loro verde. Maracaná. Maracaná cabeza azulada.

DESCRIPCIÓN
L: 34-38 cm. Mandíbula negruzca. Maxilar superior blanco con punta negra. Patas rosadas amarillentas.
Región desnuda de la cara blanca amarillenta. Iris amarillo.
Color general verde. Frente, corona, lorum, mejilla, región auricular y parte de la garganta, celeste metalizado.
Pecho y abdomen amarillo verdoso. Borde externo de las remeras pardo azulado, interno verde. Cobijas internas de las alas, verde oliva. Cola larga, puntiaguda, verde con rojo en la barba interna de las plumas más externas.

COMPORTAMIENTO
Forma bandadas.
Acompañan este proyecto:
Cristian Genta y Guillermina Oviedo
¡Muchísimas gracias!


viernes, 11 de agosto de 2023

RETAZOS DEL AYER: 1989. Charla con Matilde Llanos de Flores.

 

La tarde del 13 de junio de 1989 la charla con Matilde se unió al crepitar de la cocina de hierro, el mate y la luz que entró por la ventana de la cocina. Suavemente los recuerdos de Matildita, como cariñosamente la llamada, se deslizaron como cascada fresca y perfumada para llevarnos a otros tiempos. Y fue así que con su mirada brillando de una manera especial llegamos a 1940, exactamente al paraje de Toro Muerto, allí donde ella vivía, muy cerquita de Salsacate. 

Con voz suave y serena la historia se convirtió en un manantial de saberes. 

Sesenta años atrás asistían a la escuela que allí funcionaba, niños de Pitoa y por supuesto de Toro Muerto. Recuerdo que eran como 15.   La gente trabajaba en el campo criando cabras y ovejas, los que después vendían. Se sembraba maíz para consumo propio. En la actualidad (1989) en Pitoa no queda nadie, y en Toro Muerto dos familias. Llegó un momento que la escuela fue cerrada por falta de alumnos.

Recuerdo que la Señora Luisa Moreno de Zamora hilaba y hacía tejidos en telar y bastidores. Confeccionaba alfombras, cubrecamas, alforjas, caronillas de colores vistosos. Compraba algunas tintas por onza y el resto de los colores los fabricaba con plantas de la zona. La producción fue vendida a la Zamorana, un negocio de Mina Clavero.

El agua era sacada a través de un pozo de balde instalado en Toro Muerto; e n cambio en Pitoa llevaban agua del arroyo. Utilizaban tachos de 20 litros que los colocaban a los costados del lomo de los burros. Los llenaban y para que no se volcara el agua mientras recorrían el camino hasta las casas, les ponían una rama de pichana.

Para iluminarse usaban mecheros. Los construían con una botella y un carretel de madera para después atravesar un trapito de algodón por un cañito que se hundía en el querosén. También se fabricaban velas de sebo, es decir con grasa de vaca. Para ello vertieron en hilos piolines la grasa derretida con una cuchara. La dejaban enfriar y así continuaban hasta darle el grosor deseado. También las hacían con cera de abeja silvestre que buscaban en los huecos de las piedras, árboles, especialmente quebrachos. Para sacarla era toda una aventura porque hacían humo con la intención de espantarlas. No había colmenas sino que aprovechaban lo que la naturaleza les daba.

Hubo un tiempo en que escaseó el jabón, pero como los fabricaban en los hogares la situación no fue muy problemática. ¿Cómo lo hacían? colocaban  grasa de vaca, burro o chancho en agua con soda caustica y la hacian hervir. La dejaban enfriar y luego la cortaban en barra. Este jabon era utilizado para lavar la ropa, la cabeza y los baños.

También fabricaban lavandina o como se decía en esos tiempos “lejía de ceniza”. Ponían medio balde de agua y le agregaban cenizas. Se lo dejaba en reposo de un día para el otro. De este modo simple usaban el agua obtenida para blanquear la ropa. Lavaban en batea de madera. Las conseguían en Ninalquín donde había un señor que las construía, no recuerdo su nombre.

Se usaba para cocinar un fogón. En la misma cocina se hacia una pared de ladrillos en una esquina, colocaban dos hierros cruzados y encima la olla de hierro. Era común comidas como puchero, locro, mote (maíz hervido). En este último ponían a hervir el maíz entero hasta que quedó blando, después se lo agregó a la sopa o leche. En esos tiempos la papa poco se usaba, pues no la sembraban y era muy dificil de conseguir. 

Las tardes eran tranquilas. Venían verduleros de vez en cuando por lo que no se consumía muchas verduras. En las huertas familiares sembraban acelga y cebolla. No se conocía el perejil.

Semanalmente cada familia carneaba un animal y era costumbre prestarse la carne una vez faenada para reponerla en el próximo carneo, es decir que iban rotando. Cuando carneaban un animal lo charqueaban íntegro y lo colgaban de una soga para secarlo. Las loras se aprendieron de los charquis, entonces chicos y grandes salían con piedras y hondas corriendo por el patio para espantarlas, es decir "correr las loras". 

Esa carne, la del charqui, la asaban y después molían para hacer “sastaca” o “charquicán”. Después freían cebolla con ají o pimienta, le agregaban el charqui molido y agua, y al hervir un poquito de harina. Era una comida de todos los días.

Los caminos eran de tierra y presentaban muchos guadales haciéndose casi imposible transitar en tiempos de lluvias. Se vieron muchos burros porque no todos tenían caballos. Los corrales los construían con las piedras del lugar.Solo dos familias: García y la otra no tienen recuerdo sulkys. 

Transitaba un ómnibus que transportaba de todo: carne, verdura, cabritos, cartas, además de las personas. Era inmensa. A la salida de la escuela pasaba hacia Salsacate, entonces los niños se ponían contentos porque los transportaba desde Toro Muerto a Pitoa. 

Para el 9 de julio los llevaban en ese ómnibus hasta Salsacate (ida y vuelta) a niños y maestra. En la casa de la maestra los peinaban. A las chicas les ponían en el cabello moños de cintas de raso ancho, color celeste y con sus guardapolvos blancos.

En la escuela les daban guardapolvos, calzados y útiles. En esa época se usaban zapatos prendidos al costado, marrones, jumper gris tablado con tricota con cuello alto.

¡Y cómo no recordar las fiestas de aquellos tiempos!

Para los casamientos exclusivamente se hacían empanadas y estofado de pelones. Es un estofado común, sin papas y con pelones. Usaban las ollas grandes de hierro. Para estas oportunidades todos participaban, no se servía tortas pero las fiestas eran regadas con vino y pan casero.

Era como procesión donde los novios iban al frente. La novia con su traje blanco en montura para señora, y al lado el novio en su caballo. Tiraban cuetes y gritaban ¡Viva los novios! Los padrinos y padres detrás de formando el cortejo. Al volver ingresaban a la fiesta donde bailaban hasta el amanecer. Recuerdo que mi abuelita Jacinta Altamirano de Molina era contratada especialmente para hacer el estofado. 

Las fiestas navideñas eran como un día más.

Las muñecas eran de trapo. Las niñas les hacíamos los vestidos y gracias a estos juegos aprendí a coser.

Con el paso del tiempo la gente se fue yendo hacia otros lugares.

Y así terminó la tarde de aquel 1989, con el sabor de los mates dulces y el aroma de la leña que crepitaba en la cocina de hierro.

Matildita con su delantal infaltable. Don Mario llegando después de trabajar en su quinta para sentarse en la cabecera de la mesa de la cocina y deleitarse con tantas historias que hoy duermen en las paredes del antiguo Hospedaje de Don Mario.

Desde la distancia y el paso del tiempo… Gracias a los dos por tantos conocimientos y cariño ofrecidos en un abrazo, en una sonrisa.

Acompañan este proyecto:
Cristian Genta y Guillermina Oviedo.
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